la crisis fronteriza entre Bielorrusia y Polonia comienza a mostrar signos de distensión. El Gobierno de Irak ha anunciado la organización del primer vuelo de repatriación «voluntario» para el próximo 18 de noviembre. Los inmigrantes que decidan volver saldrán de los campamentos en territorio bielorruso desde los que intentan entrar en territorio de la Unión Europea.
Así lo ha confirmado el portavoz del Ministerio de Exteriores de Irak, Ahmed al Sahaf, aunque sin aportar más detalles sobre el número de personas que podrán volar de vuelta al país.
El Gobierno iraquí aseguró hace unos días que repatriará a todos los ciudadanos que así lo soliciten. Además, indico que, según sus datos, hay al menos 571 iraquíes en la frontera entre Bielorrusia y Polonia.
Un primer vuelto que sale de Bielorrusia y varios anuncios que advierten del final de los viajes de inmigrantes sirios, iraquíes, afganos y yemeníes con destino a Minsk, algo que reclamaban las autoridades polacas.
La Aviación Civil de Turquía y la compañía bielorrusa Belavia han puesto punto final a los vuelos procedentes de la propia Turquía y también desde los Emiratos. Lugares denunciados como origen de los inmigrantes irregulares que llegan al territorio fronterizo polaco con el beneplácito de las autoridades bielorrusas.
A esta serie de noticias hay que sumar las declaraciones del presidente bielorruso, Alexandr Lukashenko, asegurando que no quiere «un conflicto» en su frontera y garantizando que trabajará para que los inmigrantes «vuelvan» a sus países de origen.
Declaraciones que se producen después de la conversación entre el jefe de la diplomacia europea y el ministro bielorruso de Relaciones Exteriores, y cuando la propia Unión Europea ha aprobado el marco legal que permite impulsar nuevas sanciones contra el régimen de Lukashenko por su «ataque híbrido».
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