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25 de abril de 2024

Las delegaciones negociadoras, reunidas esta tarde en la localidad de Belovezhskaya Pushcha (Bielorrusia)

Las delegaciones negociadoras, reunidas esta tarde en la localidad de Belovezhskaya Pushcha (Bielorrusia)Twitter

Guerra Rusia Ucrania

Rusia y Ucrania acuerdan un alto el fuego temporal

Las dos delegaciones pactan una tregua en el octavo día de la invasión para facilitar la creación de corredores humanitarios para los refugiados

Y al octavo día, llegaron a un acuerdo. Rusia y Ucrania han pactado en la tarde de este jueves un alto el fuego temporal que paralice los enfrentamientos a lo largo y ancho del país del Este para facilitar la creación de corredores humanitarios que sirvan como ruta de escape a los cientos de miles de refugiados que ha dejado el conflicto en apenas una semana de invasión.
Así lo ha confirmado el asesor presidencial ucraniano, Myjailo Podoliak, quien ha dado a conocer la noticia en su canal de Telegram, donde ha explicado además la vocación humanitaria del acuerdo. «Las partes han llegado a un entendimiento sobre la creación conjunta de corredores humanitarios con un alto el fuego temporal», ha apuntado. Podoliak añadió que la parte ucraniana no obtuvo sin embargo «los resultados que esperaba» durante el encuentro, lo que se traducirá en la «continuación del diálogo en una tercera ronda de conversaciones».
Delegaciones de ambos países llevaban reunidas desde el mediodía en la frontera entre Bielorrusia y Polonia para buscar una salida a la crisis tras un primer encuentro sin avances celebrado el lunes.
La creación de rutas de evacuación para el millón de refugiados que, según el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), ha dejado el conflicto, constituía, junto al acuerdo para un armisticio, una de las tres principales demandas llevadas por la delegación ucraniana a la reunión. Por la mañana, los países de la Unión Europea habían aprobado otorgar una protección temporal a los desplazados (lo que incluye un permiso de residencia, acceso al mercado laboral y a la vivienda y asistencia médica y social) por medio de una directiva de 2001 que será activada por primera vez.
Las nuevas negociaciones entre ambos países, cuando se cumple el octavo día de la guerra, debían comenzar en torno a las 12.00 GMT (13.00 hora peninsular), según había informado el jefe de la delegación rusa, Vladímir Medinski, que se refirió a «la complejidad de la logística de la parte ucraniana, que se reúne en Polonia y luego viene hasta aquí, hacia la región de Brest en Bielorrusia». Como ocurrió en la primera ronda de negociaciones, el pasado 28 de febrero, los representantes ucranianos llegaron a la reunión con ropa informal caqui, y la delegación rusa nuevamente con trajes formales.
Medinski dijo este miércoles que en la primera reunión de las delegaciones fueron abordadas «unas propuestas rusas» relacionadas con un «alto el fuego inmediato». Y agregó que sobre algunas de ellas, «en lo general, hubo un entendimiento en la mesa de las negociaciones», pero sobre otras, «como era de esperar, la parte ucraniana pidió un tiempo para reflexiones y consultas en Kiev».
Rusia reclama lo que definen como «la desmilitarización y la desnazificación» de Ucrania, así como el reconocimiento de la soberanía rusa sobre la península de Crimea, anexionada en 2014, y de la independencia de las repúblicas populares del este ucraniano, además de un estatus neutral de Ucrania con respecto a la OTAN.

Temporal, no permanente

No se trata, por supuesto, del fin de una guerra que ya se ha cobrado la vida de cientos de personas, muchas de ellas civiles. El presidente francés, Emmanuel Macron, señaló de hecho que «lo peor está por llegar» tras haber hablado con su homólogo ruso, Vladimir Putin, esta mañana, quien le advirtió de que Rusia recrudecerá su ataque a menos que Kiev acepte sus condiciones, entre ellas la de la «desmilitarización». Estados Unidos, por su parte, impondrá sanciones a más oligarcas rusos y sus familias, en el marco de su campaña destinada a privar al Gobierno ruso de los recursos necesarios para continuar su plan de ataque.
Pese al anuncio de la tregua, la desconfianza continúa imperando esta tarde entre el Ejército ucraniano, cuyo Estado mayor afirma haber divisado «cuatro navíos rusos de gran tamaño y tres embarcaciones armadas con misiles» apostadas a unos kilómetros de Odessa, ciudad costera del mar Negro y en el punto de mira del Kremlin por su situación e importancia geoestratégica. Un escenario que despertaba las peores sospechas de la cúpula militar sobre la posibilidad de una operación de asalto definitivo a localidad en las próximas horas.
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