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18 de abril de 2024

Ucrania abandona la lucha en Azovstal

Ucrania abandona la lucha en Azovstal

88 días de guerra en Ucrania

Minas y deportaciones, secuelas futuras de la guerra en Ucrania

Mientras que la defensora del pueblo de Ucrania denuncia deportaciones ilegales por parte de Rusia, el Gobierno admite que tardará casi una década en desminar todo el territorio

Ucrania se enfrentará a las consecuencias de la invasión rusa hasta mucho después de que concluya. Vestigios de la guerra, que incluirán explosivos sin detonar, permanecerán en territorio ucraniano durante la próxima década.
El Gobierno de Zelenski estimó que harán falta entre cinco y siete años para extraer las minas sin detonar de la totalidad de su territorio, periodo durante el cual los civiles estarán en peligro mortal en su propio país.
«Ahora estimamos que unos 300.000 kilómetros cuadrados de territorio están contaminados. Esto es decenas de veces más que la experiencia internacional. Si nos basamos en que un día de combates activos equivale a 30 días de desminado, según las previsiones más optimistas, necesitamos entre cinco y siete años para el desminado total», denunció Meri Akopyan, ministra del Interior ucraniana.
En declaraciones televisadas, que recogió la agencia Unian, Akopyan precisó que desde el comienzo de la invasión rusa se han desactivado casi 114.000 artefactos explosivos, entre ellos unas dos mil bombas aéreas.
Agregó que varios equipos extranjeros se encuentran ya en Ucrania para ayudar en el desminado y que la semana que viene comenzarán a trabajar en diferentes regiones del país.
Señaló, además, que se ha creado un centro internacional de desminado humanitario, cuyo objetivo, entre otros, es atraer la ayuda internacional, tanto profesional, como técnica y financiera.
En este sentido, indicó que casi veinte organizaciones extranjeras ya han respondido y están en proceso de certificación para trabajar en Ucrania.

La población en disminución

La defensora del pueblo de Ucrania, Lyudmila Denisova, denunció hoy la deportación forzosa y planificada de ciudadanos ucranianos por parte de Rusia que asciende hasta hoy a 1.377.925 personas, entre ellas 232.480 niños.
En un comunicado a través de Telegram y que recoge la agencia Unian, Denisova precisa que «hasta la mañana del 21 de mayo, Rusia ha deportado a 1.377.925 personas, entre ellas 232.480 niños» y que en el último día han sido 17.306, entre ellos 2.213 menores.
«Las declaraciones de Rusia sobre el supuesto traslado voluntario de ucranianos no son ciertas. Tenemos pruebas irrefutables de deportación forzosa y planificada de antemano», subrayó.
«La gente está rodeada de soldados rusos con ametralladoras, indignada y asustada» y no se les permite abandonar el lugar de «la llamada 'evacuación'», agrega.
Les obligan a subir a los autobuses y sólo entonces les informan de que serán llevados al «campo de filtración» de Bezimenne, en el distrito de Novoazovsk, y después a Rusia.
Según datos muy aproximados, sólo por este campo han pasado más de 32.000 ciudadanos y «es imposible determinar cuántos de ellos han acabado en cámaras de tortura en los territorios temporalmente ocupados por 'deslealtad' a los invasores rusos y a una 'operación especial'», agregó Denisova.
«Con sus acciones, el país ocupante de Rusia viola flagrantemente las disposiciones del artículo 49 del Convenio de Ginebra relativo a la protección de personas civiles en tiempo de guerra, que prohíbe el traslado forzoso o la deportación de personas de los territorios ocupados», recordó.
Agregó que «la deportación y el traslado forzoso de población es un crimen contra la humanidad según el artículo 7 del Estatuto de Roma de la Corte Penal Internacional».
Denisova hizo un llamamiento a la comisión de la ONU para la investigación de las violaciones de los derechos humanos durante la invasión militar rusa de Ucrania «para que tenga en cuenta estos hechos de crímenes contra la humanidad y violaciones de los derechos humanos de Rusia en Ucrania».
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