El ministro de Justicia francés, Dupond-Moretti, se sentará en el banquillo de los acusados.
El ministro francés de Justicia se niega a dimitir a pesar de sentarse en el banquillo de los acusados
El ministro francés de Justicia, Dupond Moretti, ha sido acusado de aprovecharse de su puesto para actuar contra magistrados con los que mantenía diferencias
El ministro francés de Justicia, Éric Dupond-Moretti, afirmó este martes que no se plantea dimitir, a pesar de que deberá sentarse en el banquillo de los acusados de un tribunal especial.
Presuntamente, el ministro se aprovechó de su puesto para actuar contra magistrados con los que mantenía diferencias.
En declaraciones a la televisión francesa BFM, y un día después de conocerse su imputación, Dupond-Moretti defendió que su «legitimidad» al frente de la cartera de Justicia procede del presidente, Emmanuel Macron, y de la primera ministra, Élisabeth Borne.
Además, recalcó que esta última le «reafirmó ayer» su «confianza».
«Soy juzgable como cualquiera», reconoció Dupond-Moretti, quien aseguró que ejercerá su derecho a defenderse y sostuvo que el proceso no interferirá en su trabajo.
Las acusaciones contra el ministro, que antes de ascender al cargo en 2020 era uno de los abogados más conocidos de Francia, hacen referencia a dos casos en los que presuntamente aprovechó su puesto para tomar decisiones contra magistrados con los que había tenido desencuentros cuando era letrado, informa EFE.
El primero concierne a la apertura de una investigación administrativa contra tres magistrados de la Fiscalía Nacional Financiera, que incluyeron a Dupont-Moretti en un caso que afectaba al expresidente Nicolas Sarkozy por tráfico de influencias.
En concreto, esos magistrados ordenaron revisar el registro de llamadas de varios abogados, entre ellos Dupond-Moretti.
El segundo caso se refiere a una investigación abierta contra el multimillonario ruso Dimitr Rybolovlev, propietario del A.S. Mónaco.
El ministro interpuso una denuncia administrativa ante el juez instructor de la causa en la cual ejercía como abogado de uno de los procesados.
El proceso contra Dupond-Moretti no fue el único revés judicial para el Ejecutivo galo este pasado lunes.
También se conoció la imputación del secretario general de la Presidencia francesa, Alexis Kohler, por presunto tráfico de influencias dentro de una investigación sobre sus vínculos familiares con la empresa naviera italo-suiza Mediterranean Shipping Company (MSC).
En el marco de estas acusaciones, voces de la oposición como el primer secretario del Partido Socialista, Olivier Faure, reclaman la «dimisión» de los dos funcionarios para garantizar la igualdad de los ciudadanos ante la Justicia.
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«Si son exculpados podrán volver a sus cargos», sostuvo Faure en declaraciones a la radio pública FranceInfo.
Por ahora, el Elíseo no ha realizado comentarios sobre ambos casos, que afectan a dos personas de la mayor confianza de Macron.
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