Didier Reynders, de mediar en la renovación del CGPJ a ser acusado de blanquear dinero con la lotería

El excomisario europeo de Justicia, Didier Reynders, ha vuelto a saltar al ojo público, no por su papel dentro de las instituciones comunitarias, sino por un supuesto delito de blanqueo de dinero, según informó a última hora de este martes el periódico Le Soir. La Policía belga registró dos de sus domicilios, uno de ellos ubicado en una de las zonas más acomodadas de Bruselas, Uccle, e interrogó al excomisario en el marco de una investigación por haber utilizado décimos de lotería premiados para lavar presuntamente miles de euros.

La investigación al que fuera comisario de Justicia hasta el 30 de noviembre pasado se abrió tras una denuncia presentada por la Unidad de Procesamiento de Información Financiera (Ctif) y la Lotería Nacional de Bélgica que detectaron transacciones sospechosas por una cantidad «relativamente grande» en la compra de lotería electrónica, según Le Soir. Reynders, que actualmente no ejerce ningún cargo en las instituciones europeas cuenta con inmunidad, ya que los hechos investigados se enmarcan durante el período en el que se desempeñaba como ministro de Asuntos Exteriores de Bélgica (2011-2019) y hasta, al menos, el año 2023, cuando aún era comisario europeo de Justicia.

Aún así, esta inmunidad no impide la apertura de la investigación y la realización de registros, pero excluye en esta fase inicial cualquier privación de libertad. En caso de que la fiscalía de Bruselas considerase necesario iniciar un procedimiento judicial contra Reynders tendría que solicitar a la Cámara de Representantes de Bélgica el levantamiento de su inmunidad. Según la investigación preliminar, parece que la compra de billetes de lotería se realizó en parte en efectivo y que sus ganancias fueron ingresadas en la cuenta digital del exministro en la Lotería Nacional y luego transferidas a su cuenta corriente.

Reynders, 66 años, uno de los pesos pesados del partido liberal francófono Movimiento Renovación (MR) durante décadas, se ve ahora acorralado por la Justicia belga y en uno de los momentos más bajos de su carrera política. El excomisario europeo de Justicia es el menor de una familia de tres hermanos. Estudió Derecho en la Universidad de Lieja, ciudad donde nació, y comenzó su carrera como abogado en 1981, antes de desempeñarse como presidente de la Compañía Nacional de Ferrocarriles de Bélgica de 1986 a 1991. Ocho años después saltó a la arena político al ser nombrado ministro de Finanzas de Bélgica, hasta 2011, para posteriormente ocupar la carta de Asuntos Exteriores y de Defensa.

En el verano de 2019, el primer ministro belga, Charles Michel –también expresidente del Consejo Europeo–, propuso a Reynders como candidato a la Comisión Europea. Por su parte, la presidenta electa, Ursula von der Leyen, lo nominó para la cartera de Justicia, donde finalmente acabó desempeñados hasta el final de esta legislatura. Asimismo, el excomisario de Justicia se prestó para mediar entre el Partido Popular (PP) y el Partido Socialista (PSOE) para tratar de mediar en las negociaciones para la renovación del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ).

Sin embargo, sus cuentas pendientes con la Justicia se remontan años atrás, cuando tuvo que enfrentarse a otra investigación por supuesta corrupción y lavado de dinero por la construcción del edificio de la embajada belga en Kinshasa, capital de la República Democrática del Congo. En ese momento, las pesquisas se abandonaron. Está por ver si esta nueva acusación por blanqueo contra Reynders quedará nuevamente en el aire o irá más allá.