
Donald Trump junto a Melania
La investidura más cara de la historia: esto es lo que se ha gastado Trump en su regreso a la Casa Blanca
Entre los asistentes a la toma de posesión se encontraban varios de los hombres más ricos del planeta
La toma de posesión de Donald Trump como el presidente número 47 en la historia de los Estados Unidos tiene todos los ingredientes para pasar a la historia. No únicamente por su poderoso discurso o la promesa de «empezar la era dorada de América», sino también por su astronómico coste.
El comité encargado de la preparación del evento ha confirmado que los fondos provienen casi en su totalidad de donaciones privadas. Y tan solo hacía falta echar un ojo al público presente en la toma de posesión para descubrir entre los asistentes a varias de las personas más ricas del planeta: Mark Zuckerberg (CEO de Meta), Jeff Bezos (fundador de Amazon), Sundar Pichai (CEO de Google), Tim Cook (CEO de Apple) o, por supuesto, Elon Musk (dueño de X), estaban en el Capitolio viendo al republicano jurar el cargo.
Un evento que destacó desde el principio por su opulencia. Desde cenas privadas con el presidente y su gabinete hasta un desfile multitudinario, la toma de posesión ha sido cuidadosamente diseñada para magnificar la imagen de Trump como un líder respaldado por el poder económico. Los grandes donantes, dependiendo de sus aportaciones, accedieron a privilegios exclusivos, como cenas íntimas con el presidente o recepciones con miembros de su gobierno.
Según las cifras finales que se han emitido, el evento habría alcanzado los 200 millones de dólares, superando ampliamente los 62 gastados en la investidura de Joe Biden en 2021 y también los 107 que costó la del propio Trump en 2017.

El presidente de EE.UU., Donald Trump, firma varias órdenes ejecutivas
Si bien algunos sectores de la oposición han criticado este desembolso —en su primera investidura Trump ya enfrentó un caso de malversación, después de que 26 millones de dólares terminaran en una empresa vinculada a una amiga de Melania Trump, y más de un millón se gastara en el Trump International Hotel a precios inflados— no se puede negar que el acto tenía todos los ingredientes para simbolizar el inicio de una nueva era. Y eso es lo que buscaba Trump gastando tanto dinero, no únicamente un formalismo, sino la representación del comienzo de la «era dorada».