
Agentes de Policía en Suecia en una oficina de la empresa de tecnología militar israelí Elbit Systems en Gotemburgo
Detienen a un menor como presunto autor del tiroteo con tres muertos en la localidad sueca de Uppsala
El sospechoso es menor de edad y las víctimas, de entre 15 y 20 años, tendrían vínculos con bandas de delincuentes
Una persona ha sido detenida como sospechosa de homicidio por el tiroteo que causó tres muertos en el centro de la ciudad de Uppsala, 70 kilómetros al norte de Estocolmo, informó este miércoles la Policía sueca.
«Una persona fue capturada ayer martes y detenida bajo sospecha razonable por homicidio», confirmó en rueda de prensa el jefe de área de la Policía de Uppsala, Erik Åkerlund.
Las autoridades suecas no quisieron especular sobre los motivos, pero ya anoche habían señalado que se trata de un hecho «aislado».
El detenido es menor de edad y las víctimas, de entre 15 y 20 años. Según varios tabloides, uno de los fallecidos tenía vínculos con bandas de delincuentes.
«Ahora mismo no podemos decir que haya una conexión clara con bandas criminales», declaró Åkerlund, aunque reconoció que la investigación está estudiando esa pista.
Las tres víctimas fueron encontradas dentro de una peluquería, considerada el lugar del delito.
La policía de Uppsala recibió un aviso de «fuertes detonaciones» cerca de la plaza de Vaksala a las 17:04 del martes y bloqueó varias zonas colindantes, poniendo en marcha un amplio dispositivo e interrumpiendo el tráfico ferroviario durante cerca de una hora.
El suceso ocurrió la víspera de la Noche de Walpurgis, una festividad muy popular en Suecia vinculada a la llegada de la primavera, aunque las autoridades han resaltado que el tiroteo fue un hecho «aislado» y que no hay peligro para la ciudadanía.
Suecia ha sufrido en los últimos años un aumento de tiroteos mortales debido a los conflictos entre bandas criminales, que han afectado también a las vecinas Noruega y Dinamarca.
«Estamos decididos a revertir la violencia», aseguró este miércoles en una comparecencia el ministro de Justicia sueco, Gunnar Strömmer, quien añadió que independientemente del motivo del tiroteo, «no es algo que una sociedad decente pueda aceptar».