
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, saluda al abordar el Air Force One en la Base Conjunta Andrews, Maryland
Trump inicia su visita a los países del golfo Pérsico con una ambiciosa agenda económica y política
La gira estaba pensada como su primer viaje internacional tras el inicio de su segundo mandato, pero la muerte del Papa Francisco lo llevó a Italia primero
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump desembarcó este lunes en Arabia Saudí, primera parada de un viaje que también lo llevará a Qatar y los Emiratos Árabes Unidos en medio de un estancamiento en las negociaciones con Irán, la expectativa de un encuentro cara a cara entre Zelenski y Putin y negociaciones abiertas con China en materia arancelaria.
La gira estaba planificada como su primer viaje internacional tras el inicio de su segundo mandato el pasado 20 de enero, recalcó la Casa Blanca al anunciar el viaje el mes pasado, pero la muerte del Papa Francisco obligó al presidente Trump a ir primero a Italia.
La Casa Blanca no entró en detalles sobre las actividades de Trump en el golfo Pérsico, pero indicó que el objetivo es «reforzar los lazos» con estos países a través de «muchas reuniones y conversaciones bilaterales».
Previo al viaje se ha especulado sobre que Trump anunciará en Arabia Saudí el cambio de nombre del golfo Pérsico por el de golfo de Arabia o que recibirá de regalo un avión valorado en más de 300 millones de dólares de parte de la familia real qatarí para que lo use como nuevo Air Force One.
El ministro de Exteriores de Irán, Abás Araqchí, calificó como «hostil» y una «afrenta» hacia los iraníes el posible cambio de nombre del golfo Pérsico a golfo de Arabia por parte de Estados Unidos como informaron de fuentes anónimas medios estadounidenses.
«Los intentos por motivos políticos de alterar el nombre históricamente establecido del golfo Pérsico son indicativos de intenciones hostiles hacia Irán y su pueblo, y son firmemente condenados», afirmó en X el jefe de la diplomacia iraní.
El jefe de la diplomacia iraní, sin embargo, expresó su deseo de que «los absurdos rumores» del cambio del nombre del golfo sean una «campaña de desinformación» para «enfadar a los iraníes» de todo el mundo.
Precisamente en estos momentos Washington e Irán están en conversaciones sobre el programa nuclear iraní, mediadas por Omán pero sin lograr avances significativos tras «duras» negociaciones que solo han permitido reafirmar las respectivas posiciones de ambos.
Estrecha relación con Arabia Saudí
Arabia Saudí, la primara escala de la gira de Trump, ha jugado el importante papel de mediador en las negociaciones promovidas por EE.UU. para acabar con la guerra en Ucrania. Aunque ahora mismo todos los ojos están puestos en Turquía donde finalmente se han emplazado Volodímir Zelenski y Vladimir Putin para negociar cara a cara.
La intención de Trump de que fuese Arabia Saudí, su primer viaje al exterior en su segundo mandato (al igual que lo hizo en el primero) es una muestra de lo estrecha que se ha vuelto la relación entre la Casa Blanca y los países del Golfo, especialmente en lo que respecta a comercio e inversión.
En este sentido, Trump ha sido bastante explícito en sus objetivos: «Voy a Arabia Saudí. Normalmente, primero iría al Reino Unido. La última vez que fui, fue a Arabia Saudí. Invirtieron 450 mil millones de dólares. Esta vez dije que iría si se les ofrecía un billón de dólares a empresas estadounidenses. Es decir, la compra de un billón de dólares en cuatro años. Accedieron a hacerlo. Así que iré».
«Las conversaciones se centrarán en discutir las inversiones extranjeras, fortalecer las relaciones con los países del Golfo y poner fin al conflicto en el Medio Oriente», dijo a Afp un funcionario de la Casa Blanca en condición de anonimato.
Por su parte, el Secretario de Estado, Marco Rubio, anunció anoche que acompañará a Trump a Arabia Saudí y Qatar del 11 al 14 de mayo, «donde el presidente buscará fortalecer los lazos entre Estados Unidos y sus socios del Golfo» indicó el comunicado del Departamento de Estado.
Posteriormente, Rubio viajará a Antalya, Turquía, del 14 al 16 de mayo para «asistir a la Reunión Informal de ministros de Asuntos Exteriores de la OTAN y debatir las prioridades de seguridad de la Alianza, incluyendo el aumento de la inversión aliada en defensa y el fin de la guerra entre Rusia y Ucrania». Precisamente el 15 de mayo se espera que Putin y Zelenski estén en Estambul.
Por otro lado, Steve Witkoff, enviado especial de Trump para Oriente Medio, anticipó hace unos días que «muy pronto» se anunciará la expansión de los Acuerdos de Abraham, orientados a la normalización de relaciones entre Israel y países árabes.
Witkoff hizo estas declaraciones durante la recepción por el Día de la Independencia de Israel, celebrada en su embajada en Washington hace unas semanas. El funcionario aseguró que «hay muchos esfuerzos en marcha» para ampliar los Acuerdos de Abraham y reiteró que se esperan «anuncios muy pronto».
Firmados en 2020 durante el primer mandato de Trump (2017–2021), los Acuerdos de Abraham son una serie de tratados mediante los cuales cuatro países árabes (Emiratos Árabes Unidos, Baréin, Marruecos y Sudán) reconocieron a Israel, dejando de lado la histórica exigencia de un Estado palestino como condición previa para ese reconocimiento.
Lo cierto es que Trump llega a la región con temas pendientes en materia internacional, entre ellos la guerra en Gaza, la liberación de los rehenes israelíes en manos de los terroristas de Hamás y sin cerrar un acuerdo para poner fin a la amenaza nuclear de Irán.
Un éxito previo del mandatario estadounidense al llegar a la región es el acuerdo de alto el fuego entre Estados Unidos y los rebeldes hutíes yemeníes anunciado la semana pasada. Este acuerdo según Arabia Saudí apunta a una solución política que garantice la seguridad y la estabilidad tanto del Yemen como de la región.
Arabia Saudí lidera desde 2015 una coalición internacional en apoyo del gobierno yemení internacionalmente reconocido y contraria a los rebeldes hutíes, que en 2014 tomaron Saná, la capital del país.