
Melania Trump
Eslovenia busca al ladrón de una estatua gigante de Melania Trump
El propósito del escultor era criticar la política migratoria del presidente de los Estados Unidos, pero el resultado fue una pieza de madera descomunal de escaso, por no decir nulo, parecido con la persona que representa: Melania Trump.
Desde que se diera a conocer la pieza, enclavada en medio de una finca campestre o más bien en el centro de la nada, la escultura de la mujer del presidente de Estados Unidos ha sido motivo de diversas polémicas.

Escultura de Melania Trump en su país
Por un lado, estaban los que la encontraban genial, una ironía o sarcasmo para fastidiar al republicano y por otro, aquellos que despreciaban la talla al encontrarla de pésimo gusto y peor trazo.
En la versión original, «Melania» estaba vestida con un abrigo celeste. Algunos vecinos se llevaron las manos a la cabeza y la describieron como «una desgracia», una «pitufina», que «no se parece en nada a Melania».
En cualquier caso, en Sevnica la ciudad del este en la que pasó sus primeros años la primera dama de Estados Unidos, todos conocían la estatua.
En una ocasión hasta intentaron acabar con ella prendiéndole fuego. Los vándalos no lo lograron, aunque perdió parte de su color original, pero lo sucedido ahora es todavía peor: han robado y desfigurado la imagen. El misterio ahora es: ¿cómo se la han llevado?
Esculpida sobre un tronco de árbol en medio de un campo privado cerca de Sevnica, la pieza la mostraba –se supone que a ella– saludando con la mano, gesto inspirado en la pose del matrimonio presidencial durante la investidura de Donald Trump en 2017.

Escultura de Melania Trump en su país
Su autor, el artista estadounidense Brad Downey, justificó la creación con una intencionalidad concreta: que fuera «una contra-propaganda». Explicó que su objetivo era criticar la política de Trump hacia los inmigrantes y para lograrlo se le ocurrió que la mejor idea era recordarle que su propia esposa, cuyo nombre de soltera es Melania Knavs, nació en Yugoslavia. Es decir, que es una inmigrante.
Downey se declaró «triste» por la desaparición de la obra, que estaba sólidamente fijada al tronco con cemento y barras de hierro, lo que obligó a los ladrones a cortarla por encima de los tobillos. La separación del cuerpo de los pies ha convertido la pieza en un esperpento, aunque para algunos ya lo era antes.