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Vance Boelter al momento de su detención

Vance Boelter en el momento de su detención

El descuido que provocó la detención del sospechoso de asesinar a una congresista y su marido en Estados Unidos

Un error de cálculo a la hora de dejar la casa de Hortman, un mensaje a un amigo y una empresa antigua le bastaron a la Policía para encontrarle

La semana pasada, cuando la calma imperaba en el estado de Minnesota —o, al menos, toda la calma posible en un país que convive con protestas y altercados masivos en ciudades como Los Ángeles—, Vance Luther Boelter, un padre de familia de 57 años, vació su cuenta bancaria y entregó un adelanto de cuatro meses de alquiler a su viejo amigo, David Carlson, por una pequeña habitación en una casa compartida.

En la madrugada del viernes al sábado, en Champlin, un suburbio al norte de Minneapolis, un hombre —presuntamente Boelter— abrió fuego contra la casa del senador demócrata John Hoffman, dejándole a él y a su mujer, Yvette, heridos. Todo podría haber sido mucho peor de no ser por las «acciones heroicas» de la hija del matrimonio, según el gobernador del estado, Tim Walz, que aseguró que la rápida llamada de la joven al 911 permitió una respuesta inmediata de los servicios de emergencia.

Poco después, la Policía acudió al domicilio de la congresista Melissa Hortman, presidenta de la Cámara de Representantes estatal. En el exterior, los agentes se toparon con un vehículo que imitaba a un coche patrulla y con un hombre vestido con chaleco antibalas, portando una placa falsa y una pistola eléctrica. Al intentar identificarlo, el hombre —según la Policía— abrió fuego y huyó a pie. Dentro de la vivienda, fueron hallados los cuerpos de Hortman y su esposo, Mark. La congresista había recibido varios disparos. Su marido fue trasladado al hospital en estado crítico y falleció poco después.

Después de estos hechos, la investigación se puso en marcha de inmediato. El vehículo abandonado frente a la casa de Hortman fue una de las primeras pistas clave. Estaba registrado a nombre de Praetorian Guard Security Services, una pequeña compañía de seguridad privada que operaba en Minneapolis. Las autoridades descubrieron que uno de los fundadores y administradores era Vance Boelter. En su interior había restos de pólvora, documentos impresos con direcciones de varias figuras públicas y un mapa de la ciudad con marcas en los distritos legislativos, además de una lista en la guantera que incluía los nombres de congresistas demócratas y activistas a favor del derecho al aborto. También había notas personales con referencias bíblicas, símbolos religiosos y mensajes que los investigadores describieron como «de carácter milenarista».

Paralelamente, David Carlson, un amigo de toda la vida de Boelter, terminó de encaminar la investigación hacia él. Carlson recibió esa misma mañana de su amigo un mensaje que decía que «he hecho cosas malas y moriré pronto». Alarmado, Carlson registró la habitación que Vance Boelter le había alquilado y, al encontrarla vacía, contactó con la Policía.

Los policías en el lugar de los hechos

Los policías en el lugar de los hechosAFP

Con la matrícula del coche, los registros de la empresa y la declaración de Carlson, los investigadores pidieron la geolocalización del teléfono de Boelter y solicitaron la colaboración de agencias federales. Un helicóptero de la Guardia Nacional detectó movimiento térmico en un área boscosa del condado de Sibley, a unos 100 kilómetros al suroeste de Minneapolis, donde se desplegó un operativo especial.

Allí, Boelter fue detenido el domingo por la tarde. No ofreció resistencia. Llevaba encima un arma corta, munición, un cuchillo de caza y una mochila con comida, mapas topográficos y un cuaderno con anotaciones sobre sus «planes», que incluían más visitas a domicilios de funcionarios públicos y referencias a «limpiar la corrupción».

La Policía también interrogó a su esposa, Jenny Boelter, quien fue encontrada con tres de sus hijos el sábado por la mañana. Aunque declaró no conocer los planes de su marido, confirmó que en los últimos meses había observado cambios drásticos en su comportamiento, incluido un aumento en sus prácticas religiosas, episodios de aislamiento y un discurso cada vez más radical.

El perfil del sospechoso no presentaba antecedentes penales. Había trabajado durante años en funerarias del estado y, más tarde, en empresas de logística. También fue designado por el gobernador Tim Walz en 2019, y previamente por su antecesor Mark Dayton en 2016, como miembro de un grupo de trabajo sobre el sector privado. Su mandato terminó en 2023. En su web corporativa, Boelter aparece descrito como un experto en seguridad con experiencia en Europa del Este, Oriente Medio y África, incluyendo zonas conflictivas como Gaza o el sur del Líbano.

Las autoridades consideran que se trata de un ataque premeditado con motivaciones ideológicas, aunque la investigación continúa abierta. Boelter ha sido acusado formalmente, según avanza The New York Times, de dos cargos de asesinato en segundo grado, dos de intento de asesinato y posesión ilegal de armas. La Fiscalía del condado de Hennepin no descarta ampliar los cargos conforme avance el análisis de las pruebas halladas.

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