El influencer Jean Pormanove en una foto de Instagram
Sucesos
Francia investiga la muerte de un influencer emitida en redes sociales
La justicia francesa ha abierto una investigación para esclarecer la muerte del creador de contenido
La justicia francesa ha abierto una investigación para esclarecer la muerte de Raphaël Graven, conocido en redes sociales como Jean Pormanove, un influencer que contaba con más de 500.000 seguidores en la plataforma Kick y que había sido objeto de humillaciones y maltratos físicos por parte de sus colaboradores en emisiones en directo.
Tal y como informó la fiscalía de Niza, el streamer falleció en la noche del domingo 17 al lunes 18 de agosto en un local alquilado para realizar directos sobre videojuegos.
Fue hallado inconsciente en su colchón mientras dormía junto a otros creadores de contenido, tras haber mantenido su retransmisión en directo durante diez días seguidos. El joven se encontraba cubierto por un edredón y en una postura inusual, tal como se puede apreciar en las imágenes del directo, en las que se escucha a uno de sus compañeros exclamar: «Está en una posición muy rara».
Pese a los intentos de sus colegas por despertarlo, Pormanove no reaccionó. Uno de los presentes, apodado «Naruto», compartía la cama con él y, alarmado por la falta de respuesta, le arrojó una botella para intentar reanimarlo, sin éxito. Ante esta situación, se ha abierto una investigación oficial que pretende esclarecer las causas exactas del fallecimiento.
Una plataforma controvertida
La figura de Jean Pormanove, también conocido como JP, se encontraba en el centro de una polémica relacionada con el canal «le Lokal» de la plataforma de streaming Kick. Este canal había sido objeto de un reportaje de investigación difundido por el medio francés Médiapart en diciembre de 2024. En dicho informe, se acusaba a varios creadores de contenido de formar parte de lo que se calificó como un «negocio del maltrato en línea».
En esa pieza periodística, Médiapart señalaba a los influencers «Safine» y «Naruto» como los principales responsables de comportamientos vejatorios hacia otros miembros del grupo. Entre las víctimas citadas figuraban el propio Pormanove y otro streamer conocido como Coudoux, quien padece una discapacidad. El reportaje atribuía a este entorno dinámicas de humillación y abuso emocional, en el marco de unas retransmisiones que a menudo consistían en largas convivencias filmadas para el entretenimiento de los espectadores.
La muerte de Jean Pormanove ha reavivado el debate sobre los límites éticos del contenido en directo, especialmente en plataformas que permiten emisiones continuas sin supervisión ni pausas obligatorias. Además, ha puesto nuevamente en el punto de mira la presión a la que están sometidos algunos jóvenes creadores, tanto por la exigencia de mantener audiencias elevadas como por la dinámica interna de ciertos grupos de streamers.