El presidente Donald Trump muestra el texto del acuerdo firmado por los líderes de Egipto, Turquía y Qatar
Trump evita pronunciarse sobre el Estado palestino tras el acuerdo de paz en Gaza: «Nos referimos a la reconstrucción»
El presidente estadounidense evita definirse sobre la creación de un Estado palestino tras firmar un acuerdo de alto el fuego en Gaza, y centra el discurso en la reconstrucción como única prioridad inmediata
Apenas unas horas después de firmar un histórico acuerdo de alto el fuego en Gaza junto a líderes de Egipto, Catar y Turquía, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, optó por el silencio ante una de las preguntas que más dividen al tablero internacional: ¿Apoya su administración el reconocimiento de un Estado palestino?
«No voy a hablar de un solo Estado ni a un doble Estado ni a dos Estados; nos referimos a la reconstrucción de Gaza», declaró el mandatario a bordo del Air Force One, en su vuelo de regreso a Washington tras participar en la cumbre de El Cairo.
Trump optó por la ambigüedad: no cerrar la puerta, pero tampoco abrirla. «Habrá que ver. No he comentado nada al respecto», añadió.
La declaración firmada en Egipto, publicada por la Casa Blanca este lunes, estipula el fin de dos años de conflicto en la Franja de Gaza, marcados por los ataques de Hamás contra Israel en octubre de 2023.
El pacto no solo contempla el alto el fuego, sino el compromiso de Estados Unidos, Egipto, Catar y Turquía para garantizar su implementación y supervisar la reconstrucción de Gaza. Se trata de un paso que busca evitar el vacío de poder.
En septiembre, durante su intervención ante la Asamblea General de la ONU, Trump sorprendió al describir la idea de un Estado palestino como una posible «recompensa» para Hamás. Aquella frase fue recibida con inquietud en varias cancillerías europeas, que temen que la lógica de la concesión condicional convierta la política exterior estadounidense en una herramienta de castigo y premio, más que en un actor estabilizador.
Desde entonces, la Casa Blanca ha optado por una diplomacia más negociable: acuerdos concretos, resultados verificables y una notoria distancia de las narrativas históricas que enmarcan el conflicto entre israelíes y palestinos.
La declaración de este lunes dejó claro que Trump no pretende hipotecar su legado diplomático a una solución que aún divide a su propio partido. «No puedo garantizar que la paz en Gaza se mantenga después de mi presidencia, pero saldré a luchar para que se mantenga, con quien haga falta», declaró.
El futuro, en pausa
Así, mientras Gaza intenta comenzar un proceso de reconstrucción que se anticipa largo, costoso y políticamente minado, la pregunta sobre el Estado palestino vuelve a quedar en suspenso. Trump, que se ha presentado como el artífice de un nuevo orden en Medio Oriente, sabe que pronunciarse ahora implicaría asumir un coste político y electoral que prefiere postergar.
