La cara avería que puedes provocar en tu coche por circular en la reserva

La reserva sólo debe usarse en caso de emergencia

Con la inflación en máximos históricos y el precio de los combustibles por las nubes cada vez es más habitual ver en las gasolineras que los usuarios van echando de 10 en 10 euros o de 20 en 20.

Se trata de una solución temporal que a la larga puede provocar una avería en el coche, sobre todo si tomamos por costumbre circular en reserva.

Con posos, como el vino

Si nos imaginamos una botella de buen vino reserva y lo que queda en el fondo de la misma cuando nos la hemos bebido nos será más sencillo imaginar lo que ocurre en el fondo del depósito de combustible de cualquier coche.

Es cierto que en la actualidad los depósitos son de materiales plásticos y fibras o aluminio que evitan su oxidación y que suelten cualquier tipo de residuo fruto de su deterioro o descomposición.

Pero también es cierto que los repostajes siempre acarrean cierta cantidad de impurezas que salen por el boquerel junto al combustible y acaban en el depósito del coche.

Por ello debemos tener especial cuidado para no repostar si vemos que recientemente un camión cisterna acaba de llenar los tanques de la estación de servicio, pues entonces está todo el combustible muy removido y cargado de las impurezas de los propios tanques.

Desconfía

Del mimo modo mejor desconfiar de las gasolineras antiguas y sin mantenimiento, pues seguramente que los tanques de combustible también son antiguos.

Pues bien, volviendo al símil de la botella de vino, la última copa se llevará los posos, exactamente igual que ocurre con los últimos litros de combustible del depósito.

Hay que matizar que la reserva de un coche supone en torno a un 15 % de su capacidad. Entonces en un depósito de un coche grande de unos 70 litros, contaremos con algo más de 10 litros de combustible en la reserva, o de seis en caso de un coche pequeño con un deposito de 40 litros.

En el mejor de los casos disponemos de combustible para hacer entre 50 ó 60 kilómetros. Pero bajo ningún concepto debemos llegar a este límite, pues la avería puede ser de consideración. Empezando por la propia bomba de combustible, que sufre más de la cuenta.

Además la multa por quedarse sin combustible está perfectamente tipificada y acarrea una sanción económica de 200 euros.

Es cierto que los coches cuentan con hasta tres filtros de combustible antes de entrar al motor, pero también es cierto que hay determinadas impurezas tan finas que pasan a través de la rejilla del filtro. Incluso hay impurezas tipo parafinas en estado viscoso que lo atraviesan sin problemas.

Esto provocaría una avería que no será igual en los coches diesel o gasolina.

Diésel o gasolina

En los coches diésel sufren fundamentalmente los inyectores. Es el órgano mas débil de todo el sistema de gasolina, pues pulverizan el combustible a alta presión a través de orificios milimétricos. Si se taponan hay que sustituirlos. Además lo habitual en estos casos es que haya que sustituir toda la línea por donde ha pasado el combustible, una avería que puede superar los 3.000 euros y que en muchos casos obliga a sustituir hasta el depósito de combustible. Todo ello sin olvidar que la mala combustión acaba por afectar a los filtros de partículas de la línea de escape.

En el caso de los motores gasolina la suciedad afecta a las válvulas y a los pistones en sí. Pero es cierto que en este tipo de mecánicas hay menos problemas con las impurezas en el combustible.

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