Modificaciones aerodinámicas caseras sobre un coche para reducir consumo

Modificaciones aerodinámicas caseras sobre un coche para reducir consumo

Motor y ahorro

'Ultraconsumo', trucos de dudosa legalidad para gastar menos gasolina

Los conocidos como hypermilers utilizan cualquier técnica que esté en su mano para lograr el menor consumo posible, incluso al margen de la ley

Existe una escuela de conducción de bajo consumo que viene fundamentalmente de los países anglosajones conocida como hypermiling (en referencia a las millas que recorren con cada litro de combustible).
Son verdaderos obsesos del gasto de gasolina, un movimiento que nació en 2003 ante la escalada de los precios de los combustibles. Para ellos cualquier técnica, repetimos, cualquier técnica, es válida para reducir los consumos del coche.

Una competición diaria

Consumos que luego lucen orgullosos en internet en foros especializados y similares.
Consiguen proezas como por ejemplo gastar 1,1 litros a los 100 kilómetros en un Honda Insight o 1,7 en un Toyota Prius, coches que homologan consumos por encima de los seis litros a los 100. Impresionante.
Modificaciones sobre un Toyota Prius de bajo consumo

Modificaciones sobre un Toyota Prius de bajo consumo

Muchas de estas técnicas se usaban antaño durante las pruebas de homologación de los coches, que se hacían en circuito cerrados y en condiciones de temperatura y humedad muy especiales.
Kevin Booker, tres veces Campeón del Mundo de bajo consumo

Kevin Booker, tres veces Campeón del Mundo de bajo consumoSupplied

Este tipo de trucos afectan en muchos casos tanto a la seguridad propia como a la de otros conductores, por lo que en ningún caso son recomendables. Además de ser delitos en muchos casos.

Trucos ULTRA consumo

  • Retrovisores cerrados
    Si cerramos los retrovisores ganamos algo de penetración aerodinámica, lo que es sinónimo de reducir el consumo. Es uno de los trucos más populares y conocidos. Es peligroso por la reducción de la visibilidad.
  • Sellar ranuras, limpiaparabrisas...
    ​Con simple cinta de carrocería se sellan las ranuras del capó e incluso los limpiaparabrisas y las juntas.
  • Parar el motor en las cuestas abajo
    ​Antiguamente podía tener sentido, hoy en día está fuera de lugar por dos razones. Lo primero es que al apagar el motor perdemos la asistencia hidráulica de frenos y de la dirección. Esto quiere decir que nos quedaremos prácticamente sin frenos y sin dirección. Peligrosísimo.
  • Pegarnos al coche de delante
    ​Técnicamente es aprovechar el rebufo de otro vehículo. Consiste en meternos dentro de su estela de aire, a ser posible, de un camión. El único problema es que para que sea útil debemos estar a menos de dos metros del vehículo, una completa locura.
  • Reducción del uso de los sistemas eléctricos
    ​Todos los sistemas eléctricos del coche como la climatización, las luces, la radio e incluso la dirección gastan electricidad. La electricidad en un coche es sinónimo de gasto de combustible, así que viajan con luces apagadas y por supuesto con todos los sistemas eléctricos desconectados.
  • Mínimo peso
    ​Se trata de reducir el máximo el peso del coche. Para lo que llegan a quitarle los asientos traseros, la rueda de repuesta y en general todo lo que consideran superfluo y suma gramos.
  • Presión neumáticos
    ​Siempre por encima de lo aconsejado, para reducir el rozamiento, aunque vuelve el comportamiento del coche mucho más nervioso y delicado. Además, es más sencillo pinchar o reventar a goma.
Comentarios
tracking