Combustibles
Aunque no esté formalmente admitido por la RAE, el término sorpasso está popularmente aceptado desde que los movimientos populistas como Podemos estuvieron cerca de adelantar en votos a los partidos tradicionales de izquierda.
Esto es lo que acaba de producirse con el gasóleo, un combustible que ya adelanta de forma sostenida en precio a la gasolina y da paso a una tendencia que no parece que vaya a cambiar a corto plazo.
Tradicionalmente, el gasóleo era considerado como un combustible más barato por dos motivos; por un lado, se obtiene a partir de petróleo de menor calidad, con lo cual es más barato de refinar, aunque actualmente habría que matizar esta afirmación por el encarecimiento del resto de productos químicos necesarios en este proceso.
Por otro lado, se trata de un combustible que nació con una utilización eminentemente profesional y laboral. Por lo cual el estado decidió gravarla con menos impuestos.
De hecho, cada litro de gasolina paga 0,47 céntimos de impuestos, mientras que cada litro de gasóleo paga 0,38 céntimos. A lo que se añade posteriormente el 21 % de IVA.
Por otro lado, hay razones de otro tipo. Hace ya meses que en los mercados internacionales escasea el gasóleo. En China, por ejemplo, se ha limitado el uso a los camioneros a 100 litros por día. En Europa se ha hablado ya de la posibilidad de que este mismo invierno haya racionamiento de gasóleo.
Todos sabemos que en una situación de escasez los precios tienden a subir. Otra cosa es hablar de si se trata de una situación casual u orquestada para disparar el precio del gasóleo de manera progresiva, dentro de la política de criminalización del diésel que se ha tomado en Europa.
En este contexto no es extraño que hoy haya casi 20 céntimos de diferencia en la cotización media del litro de la gasolina (1,793 euros/litros) y de gasóleo (1,931 euros/litro). Una media que hace que en gasolineras concretas esta diferencia sea superior a los 20 céntimos por litro.
Se trata de una tendencia que se inició el 8 de agosto, fecha en la que ambos combustibles clavaron su precio en 1,82 euros litro. A partir de ahí, el gasóleo ha incrementado su precio hasta los 1,93 euros por litro, mientras que la gasolina incluso ha bajado algo.
En este contexto, mucho nos tememos que no se trata de una situación puntual, sino de una realidad que se puede mantener en el tiempo conforme se incremente la demanda de este combustible en los mercados occidentales durante el invierno. Mientras tanto, las ventas de coches diésel (17 % del mercado) no dejan de caer muy por debajo ya de las de gasolina (43 %).
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