Seguridad vial
A día 1 de diciembre de 2022 se han registrado en España 1.049 fallecidos en carretera por accidente de tráfico, una cifra que confirma una marcada tendencia al alza. Sobre todo si nos fijamos en los 918 que se habían producido hasta ese mismo día en 2021 y los 1.005 de 2019, año que se toma como referencia por ser el último ejercicio de normalidad previo a la pandemia de covid.
Los datos no dejan lugar a engaños: casi 50 fallecidos más en un ejercicio en el que la Dirección General de Tráfico se jugaba mucho por la aprobación en marzo de la nueva Ley de Tráfico.
Se trata de una polémica norma tanto por el endurecimiento de determinadas sanciones –multa con 6 puntos sostener el móvil con la mano o adelantar demasiado cerca de un ciclista– como por los escasos frutos que está dando a la hora de poner freno a la creciente siniestralidad en carretera.
Entre sus aspectos más polémicos incluía la eliminación del margen de 20 km/h para adelantar que existía anteriormente en las carreteras nacionales. Precisamente son en este tipo de vías en las que se registra un mayor número de accidentes.
Este aspecto fue muy duramente criticado tanto por asociaciones de conductores particulares como profesionales por una sencilla razón: a menor velocidad los adelantamientos son más peligrosos, porque se permanece más tiempo en el carril contrario.
Desde la DGT hicieron referencia a su anulación como una modificación necesaria de cara al incremento del número de radares de tramo, los preferidos por la DGT, tal y como confirmó en su momento su director Pere Navarro.
La existencia de este margen suponía un motivo muy importante de alegación en los recursos por velocidad en los radares de tramos. Este tipo de mecanismos miden la hora de entrada en un tramo determinado y la de salida. De esta forma realizan una media para conocer la velocidad.
Las causas de este incremento de los fallecidos en carretera habría que buscarla en razones como el envejecimiento del parque móvil nacional, que con 13,5 años de media se encuentra entre los más vetustos de toda Europa. La antigüedad europea es de 11,5 años. Estas cifran nos sitúan al mismo nivel de países como Grecia (15,7 años) y Portugal (12,9 años).
En cualquier país occidental es conocido que la antigüedad del parque de automóviles es proporcional al número de accidentes.
La otra asignatura pendiente de la DGT es el lamentable estado de conservación de muchas de las carreteras de la red viaria nacional. Entidades como la Asociación Española de la Carretera habla de una inversión mínima de 10.000 millones de euros para actualizar la red nacional de carreteras. Gran parte de los cuales deberían ir destinados a la mejora de asfaltos y firmes.
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