Las ITV manejan una de las estadísticas sobre averías más completas que puede haber en España. Por sus instalaciones pasan a diario miles de coches con años a sus espaldas que dejan ver sus principales carencias.
Precisamente el trabajo de estos centros es analizar las averías reales y las potenciales que puede tener cada uno de los coches que pasan por sus instalaciones. Otra cosa es si lo consiguen o no…
La seguridad en juego
De acuerdo con el Real Automóvil Club de España más de 1,2 millones de coches circulan con problemas de neumáticos en territorio nacional sobre un parque de más de 30 millones de vehículos. Se trata de una cifra escalofriante si tenemos en cuenta que la estabilidad de un vehículo depende de los pocos centímetros cuadrados de goma de los neumáticos en contacto con el suelo.
Esta imagen es mucho más habitual de lo que se piensa
Si fuéramos conscientes de este dato les prestaríamos mucha más atención. También según datos de las ITV, los problemas relacionados con los neumáticos suponen la segunda causa de suspenso en la Inspección Técnica de Vehículos, sólo superado por la iluminación y la señalización.
Varios tipos de defectos
Cuando las ITV hablan de neumáticos en mal estado hacen referencia tanto a un desgaste excesivo de la banda de rodadura como a deformaciones o roturas, problemas relacionados con la presión e incluso con la marca, el modelo o el tamaño.
Todos ellos son defectos graves que provocan un suspenso inmediato que nos obliga a repararlo lo antes posible si queremos aprobar el examen.
Las ITV no pasan un solo defecto relacionado con los neumáticos
Por si estos datos no son lo suficientemente desde las ITV nos adviertes de las numerosas averías que podemos provocar en la dirección por el mal estado de los neumáticos, especialmente en los coches más modernos con direcciones de tipo eléctrico. En este tipo de direcciones podemos romper con facilidad los componentes electrónicos de la servodirección.
Llegan las averías
En las direcciones asistidas tradicionales de tipo hidráulico los problemas más habituales por usar neumáticos desgastados o mal de presión generan habitualmente fugas de fluido hidráulico e incluso la rotura de la correa de la dirección.
En ambos casos hablamos de averías muy caras, superiores a los 1.000 euros en algunos casos, que podríamos haber evitado con un buen mantenimiento de neumáticos, controlando la presión, el desgaste y el equilibrado. Por no hablar de la posibilidad real de sufrir un accidente.