Emisiones
Las Zonas de Bajas Emisiones son una realidad que ha llegado para quedarse. Este sistema se sirve del etiquetado medioambiental de los coches para establecer limitaciones a la circulación de los automóviles en función de las emisiones contaminantes.
Su regulación queda dentro del ámbito de los ayuntamientos de las ciudades con más de 50.000 habitantes, que están obligadas a ponerlas en funcionamiento desde este mismo año.
La realidad es que su aplicación se ha convertido en un verdadero caos, pues las regulaciones son muy diferentes en cada ayuntamiento. Esto ha creado una sensación de desconcierto entre los conductores, pues lo que en una ciudad se considera una infracción, puede no serlo en otra. Un desacierto total en el que ni siquiera se han puesto de acuerdo en cómo deben estar señalizadas las zonas de bajas emisiones.
En estas condiciones diversos actores sociales como asociaciones de conductores (RACE o RACC) e incluso asociaciones de consumidores como la OCU, han hecho pública su propuesta de cómo deberían ser las Zonas de Bajas Emisiones.
En este caso le ha llegado el turno a los principales fabricantes de automóviles, que a través de la Asociación Nacional de Fabricantes de Automóviles y Camiones (ANFAC) han dado a conocer un documento que da pistas sobre cómo deberían regularse las ZBE para mejorar su funcionamiento.
En el mismo se hace referencia a la necesidad de renovación del sector del automóvil, pues España cuenta con uno de los parques móviles más envejecidos de Europa, en la barrera de los 15 años, lo que es un hándicap tanto para la seguridad vial como para las emisiones.
Es por ello que la prioridad sea establecer un calendario escalonado y común para limitar la circulación de los coches por estas ZBE en función de su etiqueta, algo que aún no existe y que en opinión de ANFAC debería formar parte de una normativa básica de obligada aplicación por todas las ciudades de más de 50.000 habitantes.
En concreto habla de que habría que retrasar el calendario actual que se está aplicando en ciudades como Madrid o Barcelona, donde ya se prohíbe la circulación de los coches sin etiqueta, y trasladarlo de forma oficial a 2025, dos años después de la entrada en funcionamiento de las ZBE. Mientras que otorga dos años más a los coches etiqueta B, que dejarían de circular en 2027.
Una propuesta de ámbito particular que no tiene ninguna validez oficial, pero que pudiera servir de orientación al Ejecutivo al venir de una parte protagonista, sobre todo teniendo en cuenta que a día de hoy ni el Gobierno, ni la DGT, ni los propios ayuntamientos han definido aún hasta cuándo podrán circular este tipo de automóviles.
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