La batería puede llegar a pesar más que el resto del coche
Electrificación
Fabricantes de coches denuncian la absurda moda de usar baterías que pesan como un coche entero
Ante el tamaño y peso de las baterías actuales, los fabricantes han optado por integrarlas en el suelo del coche, formando parte de la estructura del mismo
Lejos quedan ya los tiempos en los que los compradores de coches mostraban interés respecto a la potencia, la aceleración o la velocidad máxima. Se trata de datos que han quedado reservados para un selecto grupo de aficionados que son vistos como ‘enfermos’ del automóvil.
A día de hoy la autonomía protagoniza todas las conversaciones referentes al coche eléctrico, con alguna que otra mención al tiempo de recarga, aunque este último se trata de un dato anecdótico, pues depende de la potencia del enchufe al que lo conectemos.
Más autonomía, más peso
En el caso de los coches eléctricos la ecuación que hace referencia a la autonomía es sencilla, pues se trata de una magnitud directamente proporcional al peso. Esto quiere decir que cuanta más autonomía queramos, necesitamos una batería de mayor tamaño y peso, ni más ni menos.
A día de hoy única forma de incrementar la autonomía es aumentar el peso de la batería
Así, recientemente el consejero delegado de Ford a nivel mundial, Jim Farley, mostró su extrañeza con «lo que estaba ocurriendo en la industria del motor», en clara referencia a una oleada de vehículos eléctricos que llegan ahora al mercado con una autonomía entre 600 y 800 kilómetros, para lo cual necesitan unas baterías entre 100 kWh y 250 kWh, una verdadera barbaridad.
Pesan como un tanque
Para hacerse una idea de lo que esto significa basta mirar a la mayor parte de vehículos eléctricos que se venden hoy en día, que disponen de una batería entre 50 y 80 kWh y ofrecen entre 300 y 400 kilómetros de autonomía, rozando ya los 2.000 kilogramos de peso.
RAM 1500 un salvaje pick up con más de 800 km. de autonomía gracias a una batería de 170 kWh
Jim hace referencia a modelos como el BMW iX con batería de 112 kWh, el Mercedes EQS SUV con batería de 110 kWh o el Ram 1500, una brutal pick up a la americana, sin dejar de lado a la propia Ford F-150 Lightning.
Hay que tener en cuenta que la batería de un Cupra Born, 77 kWh, ya roza los 500 kilogramos, mientras que la de un modelo como los citados anteriormente puede rondar los 1.500 kilogramos. Lo mismo que un coche de gasolina.
Una moda muy peligrosa
En su opinión en una moda innecesaria y que carece de sentido funcional, pues estas baterías que en muchos casos pesan como un coche entero no sólo incrementan el consumo del vehículo eléctrico, sino que comprometen su comportamiento y son extremadamente caras. Un tema muy delicado ahora que ya se empieza a hablar de escasez de litio y níquel a nivel mundial.
Estas baterías no solo no son eficientes desde un punto de vista energético, sino que además nos pone en las manos de China, el mayor intermediario mundial de litio o níquel.
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