El tráfico se vuelva caótico en determinadas ocasiones en esta localidad

El tráfico se vuelva caótico en determinadas ocasiones en esta localidad, demasiados coches...

Escaqueo fiscal

El pueblo madrileño con rey propio en el que cada habitante tiene 25 coches en propiedad

Decenas de empresas y particulares se aprovechan de un vacío legal muy ventajoso para los conductores

Cuenta la leyenda que Patones es el único municipio español que jamás fue invadido por tropas extranjeras. Con una población de 535 habitantes, el asentamiento fue fundado en época de las incursiones sarracenas por un grupo de lugareños que se escondieron en un pequeño valle abierto entre montañas, situación geográfica que lo convertía en un enclave inexpugnable y difícil de encontrar.
Por allí pasaron los citados sarracenos, tropas moras e incluso los soldados de Napoleón respetando siempre su independencia, más bien por desconocimiento de su ubicación. Su autonomía era tal que los habitantes de la localidad llegaron a nombrar monarca: el rey de Patones.

Traslado obligado

Una vez acabada la Guerra Civil, buena parte de la población se trasladó a vivir a Patones de Abajo, una población mucho más accesible y donde vive la mayor parte de los patones en la actualidad.
Patones de arriba es sencillamente espectacular

Patones de arriba es sencillamente espectacular

A día de hoy cada uno de los 535 vecinos empadronados en la localidad tiene casi 25 coches a su nombre, o al menos eso es lo que dicen las cuentas cuando descubrimos que según las estadísticas en la pequeña localidad madrileña hay matriculados más de 13.000 automóviles.

Patones tiene truco

Solo caben dos explicaciones, o la afición por el automóvil en esta localidad es absolutamente desmedida o hay gato encerrado. La realidad es que Patones es uno de los 30 municipios madrileños que son conocidos como paraísos fiscales del automóvil.
Se trata de pueblos que, protegidos por una legislación muy permisiva, han decidido que el tradicional impuesto de circulación de la localidad, ahora conocido como Impuesto sobre Vehículos de Tracción Mecánica, sea ridículamente bajo. Una situación que genera un efecto llamada para que grandes empresas de renting, alquiler y similar tengan allí su domicilio social.
Patones de abajo tiene poco que ver con el encanto de su hermano

Patones de abajo tiene poco que ver con el encanto de su hermano

De hecho el único requisito para poder matricular un coche allí y poder acogerse a este tipo superbajo es estar empadronado en la localidad si eres particular o tener allí la sede social si eres empresa.
Pero el caso de Patones no es único, otras localidades como la vecina Torrelaguna, Rozas de Puerto Real, Colmenar de Arroyo, Ventura, Navacerrada… se acogen a este mismo ‘truco’ para que miles de coches estén matriculados en su localidad, con un impuesto de circulación anual entre cinco y 12 euros, frente a grandes ciudades como Madrid o Barcelona en las que se llega a pagar entre 100 y 200 euros.
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