
Este gesto es cada vez más habitual
Práctico
El motivo por el que no hay que pasar de largo si te encuentras un casco en la carretera
Se trata de un nuevo convencionalismo que se aplica cada vez en más lugares del mundo con un significado muy especial
La Convención de Ginebra de seguridad vial del 12 de agosto de 1949 inició el camino de la unificación de las normas de circulación y de las señales de tráfico en todo el mundo.
En aquel momento ya se intentó comenzar a trabajar sobre grandes normas comunes que afectan a todos los conductores en todos los lugares del mundo, por ejemplo algunas de las señales más importantes como los ceda el paso o los semáforos y sus tres colores.
Significado común
El paso del tiempo ha hecho que diferentes asociaciones y entidades relacionadas con la seguridad vial hayan colaborado en el mismo sentido, de hecho por ejemplo Europa trabaja actualmente por la puesta en funcionamiento de un carnet de conducir único y una unificación de normas de tráfico y sanciones en los 27 países de la Unión Europea.

Un convencionalismo cada vez más habitual
Aunque no lo parezca se trata de algo extremadamente complicado, pues por ejemplo es muy difícil igualar los límites de velocidad cuando hablamos de que en Alemania hay autopistas libres mientras que en otros países como España los límites son cada vez más restrictivos.
Un trabajo muy complicado
Hace ya años que asociaciones de conductores de todo el mundo transmiten el significado de un gesto cada vez más habitual en carretera: dejar el casco colocado junto al arcén.
En este caso no se trata de una casualidad, sino de un mensaje que sirve para pedir ayuda a este colectivo vulnerable. No significa que haya ninguna emergencia ni accidente, sino que mediante este gesto el motorista quiere decir que está en apuros y que necesita que alguien le ayude.

Un casco en la carretera no es ninguna broma
Independientemente de que aparezca o no en el Reglamento General de Circulación, conviene saber que la sanción por omisión de socorro en carretera está considerada como una infracción muy grave que puede multarse en España con hasta 600 euros en función de las circunstancias.