
Los imanes se fabrican actualmente en todos los formatos imaginables
Electrificación
La crisis de los imanes: China amenaza con paralizar la producción mundial de coches eléctricos
China ha bloqueado el mercado mundial de determinados componentes como respuesta a los aranceles y los fabricantes occidentales tienen ya dificultades para producir coches eléctricos
Hace menos de cinco años que la epidemia de Covid paralizaba la industria del automóvil a nivel mundial. Prácticamente todas las fábricas de coches del mundo dejaron de producir automóviles y cancelaron pedidos de miles de componentes, lógico al no producirse un solo automóvil.
El problema es que entre estos componentes estaban los microchips y los semiconductores, lo que provocó que la industria mundial de fabricación de chips adquiriera compromisos con otros sectores como los telefonía móvil o tablets y dejaran de suministrar estos componentes a la automoción.
De los chips a los imanes
Comenzaba un verdadero infierno para las mismas, pues el día que se volvieron a poner en funcionamiento tras la epidemia descubrieron que la escasez de estos chips hacía materialmente imposible la fabricación de coches, de hecho se producían coche sin pantallas y sin múltiples elementos de equipamiento para no tener que detener las fábricas.

China controla el mineral de magnetita en el mundo, clave para los imanes permanentes
Fue una de las mayores crisis del automóvil y supuso unas pérdidas difíciles de cuantificar hasta que un año después se normalizó el mercado de estos componentes.
En manos de China
Hace ya años que Bruselas optó por el coche eléctrico como el comodín de movilidad para Europa, un paso en falso si tenemos en cuenta que esta decisión ponía el automóvil europeo en manos chinas, pues el país asiático controla el 70 % de las materias primas mundiales necesarias para la producción de baterías y motores de coches eléctricos.

Frenos y motores de coches eléctricos necesitan imanes permanentes muy potentes
Hace ya semanas que los fabricantes de coches occidentales están denunciando la escasez de imanes para la producción de motores en los mercados mundiales, lo que significa que China ha cerrado el grifo de este componente, para cuya producción son necesarios algunos de los minerales extraídos de las tierras raras que controla el país asiático.
No hay imanes para automoción
Fue la respuesta de China a los aranceles de Europa, que limitó la venta de componentes para la fabricación a los coches eléctricos, una pinza perfecta a la industria automovilística mundial.
Sin imanes la producción de los motores es sencillamente imposible, con lo cual ya hay factorías de coches y motores eléctricos que se están planteando paradas de producción próximamente.

Los motores eléctricos necesitan imanes muy potentes
Ante este panorama la industria europea del automóvil contiene la respiración a la espera de que las negociaciones entre Europa y China traigan brotes verdes al sector y realmente se normalice el comercio internacional de este tipo de productos que está mayoritariamente en manos chinas.