El joven abandona el lugar tras encender la mecha

El joven abandona el lugar a la carrera tras encender la mecha

Sanciones

Así solucionan las cosas en este pueblo: dinamitan un radar de 100.000 euros que multaba demasiados coches

Las acciones vandálicas contra este tipo de equipos son cada vez más habituales, un delito muy grave que puede acarrear penas de prisión

La presión de los radares sobre los conductores está sobrepasando todos los límites, cada vez hay más velocímetros y están con peor intención en lugares en los que es imposible detectarlos o mantener con el coche una velocidad anormalmente reducida.

El problema es que hace tiempo que estos equipos no sirven para pillar los verdaderos excesos de velocidad que llevan a cabo delincuentes del volante, sino que pillan simples descuidos de conductores y profesionales que se pasan los límites por muy poco.

Pagan padres de familia

Hasta que punto es lícito quitarle a un trabajador y padre de familiar 200 euros por circular a 35 km/h en una calle limitada a 30 kilómetros a la hora, una velocidad que es muy difícil de mantener pues nos obliga a ir frenando constantemente.

Esta mujer se libra por poco de la explosión del radar

Esta mujer se libra por poco de la explosión del radar

Hace ya meses que los actos vandálicos se han hecho habituales tanto en España como en Francia y en Italia, con brigadas de conductores que los destrozan sin miramientos.

Lo vuelan por los aires

Es el caso de esta nueva agresión que ha tenido como objetivo la joya de la corona de los radares, un radar remolque que tienen forma de lavadora, lo que permite llevarlo de sitio en sitio en cuestión de minutos y disimularlo detrás de los quitamiedos para que sean realmente invisibles.

El momento de la explosión del radar

El momento de la explosión del radar

Si hace unos meses veíamos como un vecino decidía levantarlo con un toro mecánico y llevarlo a las puertas del ayuntamiento de su localidad, ahora la técnica ha sido mucho más salvaje. Los protagonistas de la agresión han decidido dinamitarlo literalmente.

Para ello colocaron una pequeña carga en la parte frontal del radar y prendieron la mecha. La situación pudo convertirse en un verdadero problema, pues mientras la mecha ardía pasaron cerca una señora mayor y un motorista, pero afortunadamente el equipo revienta sin daños para nadie.

Los hechos sucedieron recientemente en Marsella, Francia, pero la DGT de Cataluña, SCT, dispone actualmente de una decena de estos equipos que están levantando ampollas entre los conductores, pues han disparado las multas diarias.

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