Fundado en 1910

24 de abril de 2024

Nino Cerruti

Nino CerrutiEFE

Nino Cerruti (1930-2022)

El impulsor de la moda relajada

Heredó una hilandería en 1950 e hizo de ella una marca de fama planetaria antes de verse obligado a venderla en 2000

Nino Cerruti
Nació en Biella el 25 de septiembre de 1930 y falleció en Vercelli el 15 de enero de 2022

Nino Cerruti

El descubridor de Giorgio Armani

A lo largo de medio siglo, desde 1950 hasta 2000, logró convertir el pequeño negocio familiar en la referencia del 'casual wear'. Fue el descubridor de un joven modisto llamado Giorgio Armani.

El agua que corre por el río Cervo a su paso por Biella (Piamonte), al pie de los Alpes, es de una pureza incomparable, cualidad que permite lavar y teñir lana porque se renueva constantemente para producir tejidos como la franela o el tweed. Es lo que entendió Antonio Cerruti hacia 1881 al fundar una hilandería epónima. Y es ese legado que su nieto Nino estaba dispuesto a desarrollar cuando en 1950, a la edad de veinte años, se vio obligado a abandonar sus estudios de Filosofía y Periodismo para empuñar las riendas del negocio a raíz de la muerte de su padre. Actuó rápido, revelando pronto su talento como creador y líder empresarial: impulsó las innovaciones técnicas para crear nuevos hilos y tejidos, cada vez más finos y robustos y modernizó los talleres. En este impulso, en 1957, abrió la boutique Hitman en Milán, donde se vendió su primera colección de prêt-à-porter masculino, principalmente trajes que combinaban el refinamiento de su confección con la comodidad, santo y seña desde entonces de la célebre marca italiana.
El negocio iba viento en popa y los sesenta fueron la década en la que destacó con dos golpes de genio. De entrada contrató a un joven modisto llamando Giorgio Armani. En lo tocante a la internacionalización dio la campanada al abrir una boutique en la Place de la Madeleine uno de los lugares más estratégicos y carismáticos –en el universo de la moda– de París. El lugar también sería la sede social de la empresa. Nueva ubicación, nueva línea: esta vez el prêt-à-porter masculino se caracterizó por un nuevo estilo sport, siempre cómodo, pero que asociaba la camisa al pantalón vaquero. Cerruti evitaba excentricidades y florituras, pero iniciaba una sutil revolución en la silueta masculina.
Unos patrones que le sirvieron para lanzar a mediados de los setenta su primera colección femenina. Y también para crear una marca de perfumes. La diversificación continuó con Cerrutti Sport, Cerruti Brothers, Cerruti Jeans y Cerruti Arte, completándose la consolidación de la marca mediante una inversión publicitaria masiva en figuras cinematográficas de primer nivel: vistieron de Cerruti, entre otros, Jack Nicholson en Las brujas de Eastwick, Sharon Stone en Silver, Jean-Paul Belmondo en Borsalino o Richard Gere en Pretty Woman. Un sistema que se hizo extensivo al mundo del deporte, siendo esta vez las «víctimas» el tenista Jimmy Connors o el esquiador Ingemar Stenmark. La peor de las noticias llegó con el inicio del nuevo milenio, en el año 2000, cuando un cúmulo de perdidas y otros malos indicadores obligaron a Nino Cerruti a vender su negocio a unos inversores italianos. Con elegancia, uno de los creadores de moda más importantes de los últimos setenta años se retiró a sus predios de Piamonte.
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