Fundado en 1910

29 de marzo de 2024

Nobuyuki Idei

Nobuyuki IdeiWikimedia

Nobuyuki Idei (1937-2022)

El empleado distinto que llevó a Sony a Occidente

Su capacidad para dialogar y negociar con personas de otras culturas diferentes, resolver problemas y apostar por nuevos negocios le convirtieron en un empleado diferente

Nobuyuki Idei
Nació el 22 de noviembre de 1937 en Tokio (Japón) y falleció el 2 de junio de 2022 en Tokio (Japón)

Nobuyuki Idei

Empresario

El 22 de marzo de 1995 se convertía en presidente y director de operaciones de Sony en uno de los peores años económicos de la empresa. Potenció la rama de los videojuegos y logró que la PlayStation 2 fuera el dispositivo más rentable de la compañía.

En 1960 empezó haciendo facturas para Sony. Después de 18 meses, dejó la empresa para irse a Londres a estudiar Economía y, más tarde, a Ginebra. Con esfuerzo logró dominar el inglés y el francés. Sony volvió a cruzarse en su vida y le llevó a París a fundar la división francesa de la compañía. En 1995 es nombrado presidente y en 1998 también consejero delegado. Potenció la rama de los videojuegos y logró que la PlayStation 2 fuera el dispositivo más rentable de la compañía. En 2005 dejó Sony definitivamente para dedicarse a viajar y a jugar al golf.
Nobuyuki Idei nació un par de años antes de que estallara la Segunda Guerra Mundial. Mientras su país atacaba Estados Unidos, Idei esperaba para ir a la Universidad de Waseda, una de las mejores y más prestigiosas de Tokio. Lo hizo a los 23 años y allí coincidió con la hija de Masaru Ibuka, cofundador de Sony en 1946.
De esa amistad logró una entrevista de trabajo en una empresa que en el Japón rendido de posguerra se dedicaba a arreglar transistores, a explotar su primera grabadora magnética y a preparar el televisor Trinitron para su lanzamiento.
Nobuyuki Idei pasó 18 meses haciendo facturas para clientes internacionales y se cansó. Abandonó la compañía y puso rumbo a la Escuela de Economía de Londres. Lo pasó mal por sus problemas con el idioma y un profesor le animó a cambiar de destino. El Instituto Universitario de Altos Estudios Internacionales de Ginebra (Suiza) le hizo formarse y dominar el inglés y el francés además de conocer y entender la cultura occidental. En 1963 dejó Suiza sin terminar el doctorado, pero con una experiencia fundamental para su futuro laboral.
El joven que hacía facturas en Sony tenía buen cartel en la empresa nipona, que decidió utilizarlo como pilar sobre el que construir Sony France desde París. Su capacidad para dialogar y negociar con personas de otras culturas diferentes, resolver problemas y apostar por nuevos negocios le convirtieron en un empleado diferente.
Gracias a la expansión europea del modelo de televisor Trinitron, Idei fue nombrado responsable de las operaciones en Europa.
En 1979 regresó a Japón después de 17 años fuera. Volvía a su país con una fuerte impronta de la cultura europea y convertido en director general de la división de audio de Sony. Los directivos veían en él alguien capaz de comercializar el Walkman. Idei fue un paso más allá y lideró el desarrollo del CD de audio. Sony había invertido en compañías discográficas americanas, tenía los derechos de artistas como Simon & Garfunkel y obligó a quienes querían escuchar sus discos a comprar reproductores fabricados por Sony.
Nobuyuki Idei se convertía en otro tipo de japonés. Nunca renunció a su país ni a sus raíces, pero se sentía cómodo en otros puntos geográficos. «A mí me da lo mismo vivir en mi país que en el extranjero; de hecho, me resulta difícil comparar ambas situaciones», contaba en una entrevista hace casi 20 años cuando era flamante presidente de Sony, conducía un Porsche 911 y diferenciaba los vinos franceses.
El DVD fue su derrota más interesante. Los inicios de la competencia voraz en la tecnología hicieron que Sony no pudiera imponer su formato de DVD y tuviera que capitular ante sistemas de Toshiba y Time Warner.
El 22 de marzo de 1995 se convertía en presidente y director de operaciones de Sony, en uno de los peores años económicos de la empresa. Fue gracias al dominio de los idiomas, a su visión cosmopolita y a la capacidad de tratar con empresarios extranjeros a los que evitaba las inclinaciones de cabeza con un apretón de manos. El empleado perfecto de traje oscuro y camisa blanca que había trabajado en todos los rincones de la empresa.
Ken Kutaragi era un trabajador díscolo que encontró en su nuevo presidente a un mecenas perfecto para su negocio. Harto de jugar con su Nintendo a títulos de baja calidad gráfica insistió en poner en el mercado una videoconsola con lector de CD-ROM. En 1994 se puso a la venta en Japón y en 1995 dio el salto a Europa y a Estados Unidos, donde consiguió vender más de 100 millones de unidades en nueve años.
La sociedad nipona cargó contra la PlayStation por los juegos violentos, pero Idei fue claro al respecto: «En la actualidad hay mucha información en el mundo; hay buenos y malos libros, buenas y malas películas. Si no puedes separar lo bueno de lo malo, entonces es clave la forma en que cada usuario juzga el valor de las cosas».
Mientras hacía malabarismos para cuadrar las cuentas del entramado empresarial, pasaba más de 160 días al año fuera de casa visitando, especialmente, Estados Unidos, donde Sony tenía grandes intereses.
Antes de que el rodillo ideológico del feminismo secuestrase a la sociedad occidental, Nobuyuki Idei ya tenía su propio punto de vista de la situación de la mujer en Sony. El posible machismo lo solventaba su presidente recordando que «nosotros no discriminamos a las mujeres; pero que progresen más o menos en el escalafón depende de las aptitudes de cada una».
En 2005 Nobuyuki Idei abandonó Sony, aunque no fue el primer intento. Hasta en eso, Idei tuvo una visión innovadora: «A lo largo de estos años he intentado salir de la compañía varias veces, pero siempre me han retenido con ofertas más interesantes. Mi vida en esta casa ha sido como una competición entre su crecimiento y el mío. Empecé como violinista, luego participé en diversos conciertos y, finalmente, me convertí en el director de la orquesta».
Sus últimos años los pasó trabajando. Fundó Quantum Leaps Corp. Para remodelar empresas y preparar a sus líderes mientras seguía mejorando su hándicap en los campos de golf.
Su esposa Teruyo y la única hija con la que fue bendecida el matrimonio decidieron honrar su memoria en un funeral privado el 2 de junio de 2022.
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