Viviane Lambert (1945-2022)
Incansable luchadora por la vida de un hijo en estado vegetativo
La madre de Vincent Lambert, en un combate que conmovió a Francia, agotó, en vano, todos los recursos para seguir alimentándole
Nació en Châteauroux (Francia) el 4 de julio de 1945 y falleció el 19 diciembre de 2022
Viviane Lambert
Secretaria del ginecólogo Pierre Lambert, junto a él procreó a Vincent antes de divorciarse de su primer marido y volver a contraer matrimonio. Llevaba una existencia discreta hasta que se produjo el accidente que hizo de su hijo un enfermo vegetativo: desde entonces, se convirtió en el símbolo en Francia de la lucha por la vida.
La vida de Viviane Lambert cambió para siempre el 29 de septiembre de 2008, día en que un accidente de tráfico dejó a su hijo Vincent, enfermero de profesión –ejercía en Reims– en estado vegetativo. Una condición confirmada en reiteradas ocasiones por sucesivos exámenes médicos y que dio lugar a una áspera batalla, judicial y mediática, entre los padres de Vincent, matrimonio de fuertes convicciones católicas, muy comprometido en asociaciones provida, y su mujer, Rachel, partidaria de dejarle morir.
Tan intensa fue la polémica –con Francia partida en dos–, que el caso tuvo una importancia crucial en el apuntalamiento del debate sobre la eutanasia. Viviane y su marido, el ginecólogo Pierre Lambert, eran conscientes de la evidente desventaja mediática de su causa y de que sus apoyos intelectuales nunca podrían igualar a los del otro bando. Pero no se arredraron.
Uno de sus abogados, Jean Paillot, asegura a El Debate que su recuerdo más importante de Viviane «es su cara, sus ojos y su sonrisa, que mostraban a la vez su gran afecto, pero también su determinación y su capacidad de indignación ante una decisión que, a sus ojos como a los míos, no era un gesto de abstención terapéutica, sino la eutanasia de su hijo en sentido estricto». Se refiere el letrado a la primera interrupción, acaecida en la primavera de 2013, de la alimentación del enfermo. «La oposición a esta decisión, que en un principio se les había ocultado, no fue unánime en su familia. Esto fue muy doloroso para Viviane, pero no le impidió estar al lado de su hijo y luchar por su respeto y el trato adecuado. Creo que habría hecho lo mismo por cualquiera de sus otros hijos», precisa el abogado estrasburgués.
La victoria judicial definitiva de Rachel Lambert a raíz del agotamiento de todos los recursos, incluido el Tribunal Europeo de Derechos Humanos, llegó en 2018. En mayo del siguiente año empezó la interrupción de los cuidados paliativos, expirando el enfermo el 11 de julio de 2019.
Había triunfado la mentalidad dominante. Sin embargo, el fracaso judicial no quita un ápice de valor a la dignidad de una lucha. Como apuna Paillot, «Pierre y Viviane, así como un hermano y una hermana de Vincent, consideraron que no podían resignarse a dejar morir de hambre a su hijo y hermano, en mayo de 2013, por la única razón de que se encontraba en un estado alterado de conciencia, con mínimas posibilidades de recuperación». «Aunque estaba gravemente discapacitado», prosigue, «no tenía comorbilidades. Los cuatro estaban absolutamente convencidos de que no había ninguna razón para oponerse a la aparición de la muerte en presencia de una comorbilidad. Pero tampoco había ninguna razón legítima para acabar con la vida de Vincent deteniendo su alimentación».
La muerte provocada del enfermero supuso el inicio del declive de su madre, que aún en 2020 sacó fuerzas para declarar a la emisora pública Franceinfo que no se arrepentía en absoluto de los ocho años dedicados a intentar salvar la vida de su hijo. «La pérdida de Vincent fue extremadamente dolorosa para Viviane. Y creo que, efectivamente, aceleró su partida; sin embargo, Viviane tenía muchas ganas de volver a reunir a su familia. Era un sentimiento muy fuerte que la animaba» concluye Paillot.
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