Santiago de Santiago (1925-2023)

El alma cabe en un molde

Escultor y autor de varios bustos realizados a la Familia Real

Santiago de Santiago Hernández

Nació en Navaescurial (Ávila) el 25 de julio de 1925 y falleció en Madrid el 4 de febrero de 2023

Escultor de prestigio pero autodidacta, alcanzó gran fama entre los 60 y los 70. Posee la Medalla al Mérito en el Trabajo y es el autor, entre otras cosas, del Torsón de oro

Hay seres que nunca se van de nuestras vidas ni de este mundo. Que han trascendido con su obra y su personalidad el momento histórico que les tocó vivir. Despedimos en este comienzo de año a uno de estos genios, un escultor vivido y vívido, despedimos su generosa compañía y sus actividades a lo largo del año con sus amigos, de los que era un leal y fiel compañero de viaje, baste el ejemplo anual de imposición del Torsón de oro, que ilustres nombres ostentan.

Pero no despedimos su personalidad, inolvidable para quienes lo tratamos: su genialidad en la conversación, su lealtad a los amigos, su forma de entender la vida y beberla a cada instante, con el furor del que piensa que cada momento de dicha es el último regalo de los dioses. Saber vivir no encerraba secretos para él y la receta de la vida fue compartida con cada uno de los que tuvimos la dicha de contar con su amistad. Siempre nos acompañará su esencia, sombra continua que llegará hasta el final de la vida de todos los que le respetamos, quisimos y admiramos.

Y su obra tampoco la despedimos. Obra infinita, como le gusta decir a Olga María Ramos; obra que siempre estará donde está y que avanzará en reconocimiento y valor según los tiempos ejerzan el colador de la genialidad y el acierto, donde él obtendrá la merecida posición que gozó en vida «ad eternum». Y entonces quienes no han sabido leer su continuidad histórica, marcada por la admiración a Miguel Ángel, a Rodin, a Benlliure, a Victorio Macho, y observen las etapas artísticas por las que transitó: figuración, simbolismo, abstracción… Gozarán de una obra sublime que enaltece los más hermosos lugares del mundo.

En uno de esos lugares, Estepona, ciudad que me honro en regir sus destinos, tiene plazas, rotondas y una pradera frente al mar de Alborán, donde sus obras, en cuyo molde un alma cabe, nos esperan para recordarnos que su arte siempre será eterno.

No te hemos de decir adiós, Santiago amigo, porque no nos dejas huérfanos, ni a tu familia, ni a tu equipo profesional colaborador, ni a tu musa, sino henchidos de tu sentido y vida y acompañados por una ingente obra artística, cuya continuidad recogerán nuevos cinceles para mantener en la tierra el espíritu del arte cuya gracia te iluminó. Descansa merecidamente en paz. Te esperan en Sirio.