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29 de marzo de 2024

Giotto Bizzarini y un camión Bizzarini

Giotto Bizzarini y un camión Bizzarini

Giotto Bizzarrini (1926-2023)

Diseñador de Ferrari y Lamborghini

De su capacidad creativa salieron los 250 GT Swb, 250 Spider California, 250 Gto y los Testa Rossa y el Lamborghini Misura

Giotto Bizzarini y un camión Bizzarini

Giotto Bizzarrini

Nació en Livorno el 6 de junio de 1926 y falleció en Rosignano (provincia de Livorno) el 13 de mayo de 2023

Ingeniero por la Universidad de Pisa, en la que impartió clase durante tres años nada más obtener el título –retomaría parcialmente la docencia años más tarde–, en 1957 inició en Alfa y Romeo una excepcional trayectoria en el diseño de automóviles, que prosiguió en Ferrari y en Lamborghini antes de crear su propia marca.

Fue llamado Giotto, en honor del pintor medieval, por su abuelo materno: una forma de depositar en él grandes esperanzas desde el mismísimo momento en que vino al mundo. Un abuelo que, además, era colaborador directo de Guglielmo Marconi, el inventor de la radio. Sin embargo, el nieto prefirió, casi desde que obtuvo el título de ingeniero en la Universidad de Pisa, los motores a las ondas. Baste decir que su tesina versó sobre estudios aerodinámicos muy avanzados aplicados al mundo de la automoción.
De la teoría a la práctica: Bizzarrini empezó desplegando su talento en Alfa Romeo, marca para la que desarrolló el chasis del Giulietta. En 1957 fue fichado por Ferrari, donde fue ascendido rápidamente a director de experimentos y desarrollos de coches deportivos. Entre sus logros, cabe destacar el famoso Gto y sus sucesivas versiones: 250 GT Swb, 250 Spider California, 250 Gto. De ahí su apodo, por el que era conocido dentro y fuera de Italia, de «padre del 250».
Bizzarrini también introdujo la novedad del uso de neumáticos diferenciados, siendo los traseros más anchos y los delanteros, más estrechos. Esta y otras innovaciones las trasladó al 250 Testa Rossa, de 12 cilindros de 3 litros, y al Testa Rossa 500 Mondial, de 2 litros, dos de los modelos más carismáticos de la marca del caballo encabritado y con sede en Maranello. Bizarrini la abandonó en 1962 a raíz de unas desavenencias con Enzo Ferrari, cuyo carácter difícil –y muy paternalista– complicaba con cierta frecuencia el funcionamiento diario de la empresa que creó.
El ya famoso ingeniero y diseñador abandonó Maranello en compañía de otra víctima de los caprichos del jefe, Carlo Chiti, con quien se asoció para crear la Automobili Turismo e Sport, desde la cual prosiguieron, para distintos clientes, produciendo originales diseños. Uno de ellos, de menor tamaño que el Gto –aunque parcialmente inspirado en él–, con una aerodinámica innovadora la línea del techo prolongada en la parte trasera. Su nombre era Breadvan y se fabricaron dos modelos.
Esta nueva exhibición de creatividad llamó la atención un empresario de tractores, Ferruccio Lamborghini, empeñado en crear su propia marca de deportivos. Quien mejor que Bizzarrini para iniciar la aventura. Su primera obra en Lamborghini fue el motor del famoso 350 Gtv, que vio la luz a partir de una hoja en blanco.
Fue el primer 12 cilindros de la marca, sirviendo de base a todas las evoluciones del modelo hasta principios de este siglo gracias, principalmente, a su nivel técnico y a la calidad del diseño básico. Más adelante diseñó la inolvidable Lamborghini Misura. En la tercera y última etapa de su excepcional trayectoria fue caracterizada por la creación de una marca con su propio nombre. No era para menos.
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