
Salvador Santos Campano
Salvador Santos Campano (1937-2025)
Polifacética figura del empresariado madrileño
Presidente de la Cámara de Comercio y vicepresidente de la Ceoe, también dejó su huella en el mundo del deporte, en el terreno de juego y como directivo

Salvador Santos Campano
Nació en Reinosa el 13 de julio de 1937 y falleció en Madrid el 30 de enero de 2025
Alumno de la Escuela Superior de Comercio de Madrid y profesor mercantil, esta formación fue la base de una importante trayectoria centrada en la capital de España y su Comunidad.
La abundante lista, sin ser exhaustiva, de cargos orgánicos desempeñados por Salvador Santos Campano a lo largo de más de seis décadas de intensa actividad empresarial, sin ser exhaustiva, habla por sí misma: la presidencia de la Cámara de Comercio e Industria de Madrid, de la Confederación Europea de Panadería y Pastelería, de la Unión Mundial de Artesanos del Dulce, la de la Confederación de Empresarios de Comercio Minorista de la Comunidad de Madrid, la vicepresidencia de la Confederación Española de Organizaciones Empresariales y la de la Confederación Empresarial Madrileña. Asimismo, fue miembro del Comité de Comercio y Distribución de la Unión Europea -foro desde el que se ejerce una notable influencia en la configuración de la legislación comunitaria del sector-, de la Confederación Española de Empresarios Artesanos de Pastelería, y también del Comité ejecutivo y Consejo Rector de Ifema.
Una intensa trayectoria que se hizo extensiva al mundo deportivo: portero de la sección de balonmano -actividad que compaginó con formación en la Escuela Superior de Comercio de Madrid- entre 1951 y 1961, de la cancha pasó, siete años más tarde, a la directiva que presidía Vicente Calderón. Primero como vocal y, a partir de 1972, y hasta 1980, como uno de sus vicepresidentes. Doce años recordados como una gran época para el club rojiblanco, en la que ganó tres ligas, dos copas -por entonces se llamaban del Generalísimo- y una Copa Intercontinental que jugó tras la renuncia del Bayern de Münich, a quien correspondía competir por aquel trofeo en su calidad de vigente campeón de Europa.
La derrota en una final para la cual fueron necesarios dos partidos supuso un disgusto para Santos Campano. También, probablemente, su derrota frente a Jesús Gil y Gil en las elecciones para la presidencia del club celebradas en 1987, las últimas en las que los socios pudieron expresar sus preferencias. Este episodio no empañó en absoluto la condición de Santos Campano como referente del empresariado madrileño: siguió acompañando el importante desarrollo económico de la Comunidad de Madrid en los 80 y 90.