
Jean-Louis Debre, en un servicio religioso en honor del expresidente francés Jacques Chirac
Jean-Louis Debré (1944 – 2025)
Leal en la cooperación francesa contra ETA
Fue el primer ministro galo del Interior en ser señalado como objetivo de un hipotético atentado

Jean-Louis Debré
Nació el 30 de septiembre de 1944 en Toulouse y falleció el 4 de marzo de 2025 en París.
Doctor en Derecho, juez de instrucción entre 1970 y 1986, diputado entre 1986 y 2007, ministro del Interior entre 1995 y 1997, presidente en la Asamblea Nacional entre 2002 y 2007 y presidente del Consejo Constitucional desde ese año hasta 2016.
A Jean-Louis Debré le incumbió en mayo de 1995 suceder al carismático y controvertido Charles Pasqua al frente del ministerio del Interior de Francia. Pasqua había sido quien realmente impulsó la cooperación sin reservas –y sin aviesas intenciones– de Francia en la lucha contra la banda terrorista ETA. Debré, en su estilo, potenció esa línea. En su haber figura, más allá de la detención de varios comandos etarras en territorio galo, el acierto de centrar el grueso de sus esfuerzos en Bretaña, nuevo «santuario» de ETA en tras haber sido desmantelada su capacidad operativa en la parte gala del País Vasco.
Para alcanzar ese objetivo, Debré tomó una iniciativa insólita hasta entonces: escribió una carta a todos y cada uno de los parlamentarios de Bretaña en la que les explicaba el peligro que también representaba Eta para Francia. Una gestión necesaria si se tiene en cuenta que por entonces subsistían elementos de la clase política local que aún consideraban a los terroristas vascos como unos actores políticos dotados de cierta legitimidad. Una estrategia de conjunto que dio sus resultados, incluso de manera potencialmente trágica, pues en noviembre de 1996 Debré fue señalado como uno de los objetivos de un hipotético atentad. Una hoja servicios lo suficientemente sólida como para que el Gobierno de José María Aznar le concediera tres meses después la Gran Cruz de la Orden de Isabel la Católica, cuyas insignias le fueron impuestas por su homólogo español de entonces, Jaime Mayor Oreja.
Mas no se puede evocar la figura de Debré sin destacar que era miembro de una de las sagas políticas e intelectuales más señeras de la Francia contemporánea: bisnieto de un rabino de Alsacia que optó por dejar su tierra natal tras la anexión alemana de 1870, nieto de un pediatra de fama internacional, sobrino de un reconocido pintor, era sobre todo uno de los cuatro hijos de Michel Debré, arquitecto de la Constitución aún en vigor, principal ideólogo del gaullismo ortodoxo y primer jefe de Gobierno del general De Gaulle entre 1959 y 1962. Esta estancia de tres años del adolescente Jean-Louis en el palacio de Matignon -sede del Ejecutivo- le permitió conocer, además de al liberador de Francia en 1944 y fundador de la V República en 1958, a personalidades de la talla de John Kennedy y Nikita Jrushchov.
El problema de Debré era una mediocridad académica que le impidió obtener el bachillerato. Pero a fuerza de tesón obtuvo, por otra vía, un doctorado en Derecho y aprobar las oposiciones a la judicatura. Su primera experiencia política fue en 1972 en el gabinete técnico del ministro de Agricultura Jacques Chirac, a quién siempre profesó una fidelidad perruna, sobre todo en el otoño de 1994, cuando el futuro presidente andaba muy bajo en los sondeos de cara a la elección de 1995. Debré fue uno de los artífices de la espectacular recuperación de Chirac. Este último, una vez en el Elíseo, le premió con la cartera de Interior. Debré fue elegido en 2002 presidente de la Asamblea Nacional y nombrado por Chirac en 2007, justo antes de dejar la jefatura del Estado, presidente del Consejo Constitucional. Así vigilaba mejor a Nicolas Sarkozy, al que Debré detestaba. Era mutuo.