El presidente de la Junta de Andalucía parece bastante descolocado. Decir que «el andaluz se habla principalmente en Andalucía, Ceuta, Melilla y parte de la provincia de Badajoz» es no saber… de qué se habla. Ante todo, es conveniente saber la diferencia entre lengua, idioma y acento. La lengua o el idioma se hablan. Y el acento se tiene. Y el andaluz, se ponga como se ponga el presidente Moreno, no es ni un idioma, ni una lengua: es un acento. Precioso, la mayoría de las veces. Pero un acento. Ni más, ni menos.
En el constante despropósito que caracteriza la gestión del actual ministro de Asuntos Exteriores, ahora ha convencido a la Unión Europea, que tras el Brexit cedió a España la iniciativa de la UE en el conflicto de Gibraltar, para que se suprima la verja que marca la frontera entre la Unión y un territorio extracomunitario. ¿A qué intereses sirve Albares? ¿Quién se beneficia de la falta de frontera? ¿Los españoles o los gibraltareños?
Leo Messi se juega el sueño de su infancia. El astro argentino siempre quiso levantar la Copa del Mundo y es su última oportunidad de conseguirla e igualar a Maradona. Su debut horrible –y el de su selección– en Qatar les obliga a vencer este sábado a México si no quiere marcharse precipitadamente del torneo. En un país en el que el fútbol se vive más que en ningún otro lado, clasificarse para octavos de final es casi cuestión de Estado.
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