El presidente de la Comunidad Autónoma de Cantabria vuelve a quedar en ridículo al conocerse que los trenes regionales que se había encargado para su comunidad han tenido que ser descartados porque las medidas eran erróneas y no caben en los túneles. Cualquier dirigente político con una mínima dignidad hubiera dimitido. A Revilla sólo le importa ir a la tele y jamás reconocerá sus errores.
El lugarteniente de España Occidental de la Orden del Santo Sepulcro de Jerusalén recuerda en El Debate el papel clave que representa esa institución para el sostenimiento de la presencia cristiana en Tierra Santa en medio de las tensiones que se producen a diario entre la Autoridad Nacional Palestina y el Gobierno del Estado de Israel.
El jefe de la colonia británica en el territorio español de Gibraltar vuelve a sentirse molesto porque el Servicio de vigilancia Aduanera se haya tenido que adentrar ligeramente en su territorio para perseguir a los contrabandistas que emplean sus aguas y playas como si fueran un territorio franco en el que nada puede hacerse contra el comercio ilegal. No. Eso no puede ser y España tiene la obligación de impedirlo.
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