El secretario general del PSOE andaluz lamentó ayer la confirmación por parte de la Audiencia de Sevilla de los delitos cometidos por el que fuera director general de la Fundación Andaluza de Formación y Empleo, Fernando Villén y la directora económico-financiera de la fundación, Ana Valls. Espadas mostró su deseo de poder dejar atrás el caso. Pero olvidó pedir perdón a los andaluces a quienes estafaron los altos cargos designados por su partido, gastándose decenas de miles de euros de partidas públicas en prostíbulos.
Emiliano García-Page
El presidente castellano-manchego ha tenido la elegancia de discutir telefónicamente con Alberto Núñez Feijóo sobre la grave situación política que vive España. Sin duda hay que reconocer el mérito que tiene distanciarse de la posición oficial de su partido. Pero vista la gravedad del momento, convendría que García-Page fuese consciente de la necesidad de pasar de las musas al teatro.
Santiago Abascal
El presidente de Vox lanzó ayer una clara advertencia sobre la gravedad del momento que vive España y advirtió de que el PSOE y sus aliados están gestando un golpe. Ante esas palabras de Abascal, crecieron las críticas de la izquierda. La clave ahora es que Vox y PP sepan trabajar juntos. Lo que el PP no hizo ayer en la votación de las enmiendas a la reforma del Reglamento del Congreso.