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Las caras de la noticia (17/07/2024)

Daniel Carvajal

Dani Carvajal, las caras de la noticia

La izquierda mediática y política se ha lanzado a despellejar al defensa de la selección española y del Real Madrid por dar la mano a Sánchez en la recepción de la Moncloa sin mirarle al rostro. Esos fieros críticos nada tienen que decir cuando cargos del PSOE niegan la mano a representantes de Vox, o cuando el propio Sánchez ignora por completo el protocolo y hace de menos al Rey recibiéndolo en la gala del Cervantes con las manos en los bolsillos. Cabría la crítica si Carvajal, nacido en Leganés hace 32 años y padre de dos hijos, se negase a dar la mano al presidente del Gobierno, pero no fue el caso. Simplemente dejó ver a su modo que el personaje no le suscite simpatía, lo cual forma parte de su libertad, ¿o acaso es ya obligatorio por ley simpatizar con Sánchez? Son más los españoles que aplauden al futbolista que los que lo critican, empezando por Carlos Alcaraz. ¿Hay que agasajar a un mandatario que hoy mismo va a aprobar medidas represivas contra la prensa, que se niega a dar acuse de recibo de la corrupción de su familia, o que utiliza el TC para indultar de facto el mayor caso de corrupción de nuestra historia, los ERE del PSOE? Sánchez debería darle una pensada a por qué los jugadores que han ganado la Eurocopa estaban tan mustios a su lado y tan contentos junto al Rey. A pocos españoles les puede gustar un gobernante de la nación que se ha rendido a los separatistas que van contra ella.

Pilar Alegría

Pilar Alegría

No solo mantiene y exacerba la infame práctica del sanchismo de convertir las ruedas de prensa del Consejo de Ministros en un mitin del PSOE, sino que además insulta a los españoles frivolizando con el escándalo jurídico de que el TC se ha erigido en tribunal de casación del Supremo para borrar los ERE del PSOE. A la muy sectaria ministra portavoz, Pilar Alegría, no se le ocurrió mejor valoración al respecto que hacer una gracieta tontuela con su apellido para indicar que está muy contenta con una maniobra que pervierte el funcionamiento de un Estado de derecho.

Cándido Conde-Pumpido

Cándido Conde-Pumpido

A sus 74 años avergüenza a sus antepasados, ilustres juristas, y a su propia carrera como tal para mancharse la toga hasta los peores límites a fin de servir al PSOE. ¿Cómo ha podido prestarse a borrar las sentencias de los ERE, el mayor caso de corrupción de nuestra historia, y dar por buena la malversación de caudales públicos y el robo de un dinero que iba destinado a los trabajadores andaluces? La respuesta es que para este señor sus obsesiones dogmáticas están por encima del concepto de Justicia. Asombra que todavía tenga la cara dura de pasearse ufano por foros y restaurantes de la capital, como acostumbra. La historia y la sociedad española no serán clementes con él.
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