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19 de abril de 2024

TribunaAlfredo Liñán Corrochano

La sombra de Roldán es alargada

Para disimular la corrupción del socialista Tito Berni se pone en la picota a la Guardia Civil entregándola maniatada a los hijos de ETA

Actualizada 09:54

Eran tiempos difíciles. La corrupción se había enroscado en los cacareados «cien años de honradez» del partido socialista. Un día sí y otro también aparecían morgañeras nuevas en las instituciones más respetadas del estado, Cruz Roja, Banco de España, Guardia Civil... Al teléfono un viejo amigo socialista: «No sé qué hacer, me da vergüenza hasta salir a la calle». El hombre estaba abrumado. Por entonces aún había socialistas «que iban por el monte solos», como los gitanos de Federico. Ya no quedan de ésos; ahora andan en manada, como los pavos; el sanchismo no consiente águilas que vuelen solas. Ahora es tiempo de Pachis atarugados porfiando en llevarse la pelota; ministras verduleras siempre a la gresca; secretarias de Estado de cintura para abajo y echacuervos disfrazados de mascotas levantando la patita en las esquinas para marcar territorio. Ahora nadie siente vergüenza, porque la degradación se da por sabida y su trabajo consiste en disimularla y buscar en el contrario coartadas para hacerle callar.
Y mire usted por dónde, al fin han caído en la cuenta de que constituir comisiones de investigación sobre asuntos que están judicializados es una soberana pérdida de tiempo. Argumento que han esgrimido con su habitual desparpajo para no investigar los manejos del tal Juan Bernardo Fuentes Curbelo, conocido en los ambientes como Tito Berni y sus puteríos y concediendo a cambio a sus socios –ERC y Bildu– la investigación de la Guardia Civil en el caso «cuarteles», pero no en comisión de investigación que haría obligatoria la declaración de los llamados a ello, sino en comisión ordinaria de interior en la que nadie tendría obligación de declarar. Ni siquiera el llamado Mediador. Es decir, para disimular la corrupción del socialista Tito Berni se pone en la picota a la Guardia Civil entregándola maniatada a los hijos de ETA. Que el asunto esté judicializado o no es irrelevante cuando se trata de darle munición a los cachorros del independentismo.
El caso es que la semilla del diablo, al parecer, fecundó a una parte de la Guardia Civil y la sombra de Roldán ha seguido alargándose en la contratación de obras al más puro estilo roldaniano. Y me pregunto qué tendrá que decir la antigua concejala elevada a los altares de la Dirección General del benemérito cuerpo por obra y gracia de Marlaska –antes Grande– quien desde hace 8 meses anda, al parecer, frenando la investigación judicial, se supone que en acuerdo con la directora Gámez Gámez, de infeliz memoria, que al menos ha tenido la dignidad de presentar su dimisión al correoso ministro, pertinaz como la sequía. La historia se repite: ignoro si mi viejo amigo socialista seguirá avergonzado. Pero es evidente que los pavos actuales, no. La manada es la manada.
Por el buen nombre de la Guardia Civil es imprescindible que caiga sobre los culpables, si los hubiere, todo el peso de la ley. No sea que vuelva a aparecer el capitán Kan y engatuse como antaño a la hoy ministra Margarita Robles haciéndole el truco de la bolita. Y al tal Tito Berni… pues que le hagan subsecretario de algo, o cónsul en Bangkok.
  • Alfredo Liñán Corrochano es licenciado en derecho
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