Manifestantes en Santiago de Chile en 2019
Religión
Los obispos chilenos llaman a la concordia ante la ola de disturbios a un mes de las elecciones
También recuerdan «para quien venga a gobernar el país en el próximo período» que «la tarea será difícil y compleja debido al contexto económico, político y sanitario que estamos viviendo»
La ola de disturbios surgidos en Chile con motivo del segundo aniversario del llamado 'estallido social' de 2019 ha motivado la redacción de un mensaje enviado por los obispos chilenos a la Agencia Fides, donde muestran su «preocupación por el clima beligerante y la polarización en la vida política» a menos de un mes de la celebración de las elecciones presidenciales.
En una nota titulada Vivir el proceso electoral en paz y armonía ciudadana, la Comisión Permanente del Episcopado Chileno ha mostrado así su inquietud por la escalada de violencia ante lo que supone «una oportunidad para debatir ideas, proyectos y programas sobre el presente y futuro de la nación, en un ejercicio que infunda esperanza, sentido de pertenencia y compromiso con el bien común».
En este sentido, los obispos lamentan que «las manifestaciones violentas vayan en aumento», aunque son conscientes de que «la protesta política legítima, debido a la acción de algunos grupos, se vuelve muchas veces destructiva de bienes y espacios públicos y privados».
Por ello, los obispos instan a los chilenos a «revisar seriamente nuestra forma de vivir juntos», además de a «detener la violencia», y a «aprender a dialogar como hermanos, todos habitantes de un mismo país y casa común». Y, en esa línea, recuerdan «para quien venga a gobernar el país en el próximo período» que «la tarea será difícil y compleja debido al contexto económico y político que estamos viviendo, sin olvidar la crisis sanitaria».
Por último, la Comisión concede importancia a «las palabras que se utilizan y las iniciativas que se emprenden para no generar esa polarización que oscurece nuestro presente». Y exhortan a los creyentes a «rezar por nuestra patria, por sus gobernantes y dirigentes, por sus instituciones y por los procesos políticos y sociales en marcha, además de por cada uno de sus habitantes».
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