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19 de abril de 2024

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-Paula Argüelles

Ponencia Congreso Católicos y Vida Pública

Bieito Rubido: «Sin discurso libre no hay verdadero pensamiento»

El director del diario El Debate ha participado en el Congreso de Católicos y Vida Pública, con su ponencia `Las trampas del neolenguaje y la erosión de los valores´

La última ponencia del Congreso de Católicos y Vida Pública ha corrido a cargo de Bieito Rubido, director de El Debate. Ha sido presentado por Javier Tello Bellosillo, director general de la Fundación Universitaria San Pablo CEU, quien ha destacado de Rubido su compromiso con la verdad y los valores del buen periodismo para combatir la corrección política.
«Tenemos la suerte de creer y de tener fe, pero también la obligación y el deber moral de defender ese credo de los ataques a los que se le está sometiendo, sobre todo del relativismo que todo lo ocupa y que está alejando de Dios al hombre moderno, fanfarrón y prepotente». Con estas palabras ha comenzado Rubido su ponencia, en la que ha dejado clara su preocupación por la complicidad entre ese relativismo y el lenguaje de lo políticamente correcto. «Las palabras ya estaban ahí. El hombre ha ido desposeyendo a las palabras de su significado original y pervirtiendo el lenguaje, poniendo en marcha una censura llamada hoy corrección política».
Esta, ha indicado Rubido, nació con una buena intención: proteger a las minorías, pero también ha afirmado que cada vez son más los estudiosos que creen que se ha creado un `monstruo´. «Cuartos de baño neutrales para no ofender a la minoría trans, lenguaje inclusivo, listas de disfraces de carnavales no recomendables, palabras vetadas como maternidad o paternidad porque marcan el género, obras de teatro donde Hamlet es de forma inverosímil de raza negra», ha continuado.
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-Paula Argüelles

El culmen de la estupidez humana

Esta corrección política que nació en los campus universitarios está llegando a los medios de comunicación y se está instalando en el lenguaje. Ante esta situación, el ponente ha expresado su preocupación: «Sin discurso libre no hay verdadero pensamiento».
En sus propias palabras, «la corrección política no es sino la cumbre de la estupidez humana», y ha llegado a preguntarse si el mundo es mejor así, y si así se defiende mejor a las mujeres. «La izquierda política de España se empeña en hacer una guerra de ello, abandonando las verdaderas necesidades de la sociedad».
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-Paula Argüelles

La desaparición del pensamiento complejo

En este sentido, también ha afirmado que nada de lo que está ocurriendo puede entenderse sin el surgimiento y auge de las redes sociales. «Todo se ha vuelto más complejo con internet, pero a la vez el pensamiento complejo es el que va desapareciendo, va acompañado de un pensamiento simple». Una de las manifestaciones más preocupantes de todo ello es, según Rubido, la presión coercitiva de las palabras. «¿Hasta dónde puede un gobierno entrometerse? ¿hasta dónde se puede legislar sobre la verdad, sobre la memoria, sobre los usos del habla de las personas?».
El uso del habla, ha expresado citando a Aristóteles, es la verdadera razón de que el hombre sea social. «La palabra existe para manifestar lo justo y lo injusto, y esto es propio de los humanos; el sentido de lo bueno y lo malo».
«Los eufemismos han sido un arma utilizada siempre por las dictaduras. No hay nada más democrático que llamar a las cosas por su nombre. Utilizando el eufemismo, la realidad tal y como la conocemos desaparece». 

Lo políticamente correcto y el uso del lenguaje se está llevando por delante gran parte de las capacidades de libertad que tienen los católicos en nuestro país

La lucha contra la libertad

La corrección política, y la censura que de ella se deriva, están ocasionando una batalla contra la libertad, y contra la libertad religiosa en primer lugar. «Curiosamente la Iglesia católica, a la que dice pertenecer el 70 % de los españoles, sufre en sus carnes un ataque constante a su libertad, a su capacidad de expresarse y, honestamente, lo hacemos casi en algunas ocasiones clandestinamente. Lo políticamente correcto y el uso del lenguaje se está llevando por delante gran parte de las capacidades de libertad que tienen los católicos en nuestro país». 
Hay palabras y expresiones malditas, y una de ellas, según Rubido, es España. «No se puede hablar por ejemplo de patriotismo, porque para una parte de la izquierda, que vive fascinada con el nacionalismo periférico insolidario, determinados partidos vascos y catalanes que ahora mismo curiosamente desde una minoría nos gobiernan, expresar el amor a tu país es un pecado», y con la fuerza que le dan las palabras de su idioma, ha concluido su ponencia mostrando su gran orgullo por su país. «España es una labor de siglos, que cada vez que tenemos una buena primavera nos llena de frutos y aventuras que se acumula de forma prodigiosa en nuestro patrimonio material e inmaterial, en nuestra forma de entender la vida y en los varios idiomas en las que se escribe nuestra historia; nuestras virtudes y nuestros defectos, nuestros aciertos y nuestros errores, nuestras catedrales y nuestras pallozas, las guerras y las paces, las victorias y las derrotas, lo que siempre queremos contar y lo que a muchos les gustaría ocultar». 
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-Paula Argüelles

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