El Papa ha atendido a la televisión italiana RAI 3, donde ha abordado diversos asuntos de la Iglesia
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El Papa Francisco: «Tengo pocos amigos, pero son auténticos»
El Santo Padre, tal y como cuenta el corresponsal de El Debate en Roma Antonio Olivié, ha abordado para la televisión pública italiana el drama migratorio o la mundanidad del clericalismo que afecta a Occidente
El Papa Francisco ha intervenido en un programa de actualidad de la televisión italiana, en el que ha insistido en denunciar la falta de atención a quienes huyen de la miseria. «Lo que se está haciendo con los inmigrantes es criminal», ha sentenciado haciendo referencia especial al Mediterráneo. A lo largo de una entrevista de una hora de duración, el Papa también ha recalcado «que el ser perdonado es un derecho humano que tenemos todos».
La necesidad de poner el foco en los padecimientos que sufren los inmigrantes en el camino hasta llegar a Europa es una de las fijaciones del Papa Francisco. Por ello, ha aprovechado este programa de RAI 3 para recordar cómo muchos de ellos son maltratados por las redes de traficantes de personas y cuando son rechazados en Europa mueren en el mar. El obispo de Roma ha insistido en la necesidad de que cada país establezca un cupo de inmigrantes y haya un acuerdo en la Unión Europea.
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«Acogidos, promovidos e integrados»
El Papa hizo referencia a España e Italia como los puntos de entrada de la mayoría de los inmigrantes de África. Y ha comentado que son un recurso para dos países en los que ha caído notablemente la natalidad, por lo que no deben ser despreciados. En concreto, ha señalado que los inmigrantes «deben ser acogidos, acompañados, promovidos e integrados. Y esto último es muy importante».
En cualquier caso, el pontífice ha insistido en que «el Mediterráneo no puede ser el cementerio de Europa» y en que quienes hemos nacido en países desarrollados debemos pensar en quienes no han tenido esa suerte. Como solución, el Papa ha aludido a la necesidad de «tocar la miseria. Tocar nos lleva a hacernos cargo del otro y a no dejarnos llevar por la indiferencia. Si no tocamos a la gente, no nos implicamos con sus problemas», ha manifestado.
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Sobre el sufrimiento
Ante la pregunta sobre el mal en el mundo, el Papa ha asegurado que «yo tampoco encuentro explicación a por qué sufren los niños. No tengo respuesta, pero pienso que hasta Dios ha dejado que su hijo fuera crucificado. Y Dios es fuerte e omnipotente en el amor. Eso sí, ante el sufrimiento de los niños, yo solo encuentro una vía, sufrir con ellos». En este contexto también ha hablado sobre la libertad para elegir el bien y el mal, recordando que después del error, «todos tenemos derecho a ser perdonados. Es un derecho humano».
En el curso de la entrevista en el programa Chè tempo che fa, el obispo de Roma ha confesado que vive en la residencia Santa Marta y no en los apartamentos pontificios porque le gusta estar rodeado de otras personas. «Necesito tener amigos», ha confesado. «Son pocos, pero auténticos».
Además, Francisco se sinceró durante el coloquio y contó cuál era la profesión que de niño quería desempeñar al llegar a la etapa adulta. «Cuando iba a hacer la compra con mi madre y mi abuela veía que todos le pagaban al carnicero. Así que al preguntarme qué quería ser de mayor respondía 'carnicero porque tiene mucho dinero'», explicó el pontífice. En ese sentido, añadió que su respuesta estaba motivada, en parte, por el «espíritu piamontés» que heredó de su madre. «Los piamonteses está un poco apegados al dinero, pero disimulan», siguió bromeando Francisco.
Como principal mal de la Iglesia de hoy, el Papa ha destacado «la mundanidad espiritual. Una mundanidad que hace crecer el clericalismo. Un clericalismo que crea la rigidez y en la rigidez siempre hay mundanidad». Por eso, ha insistido en la necesidad de que «la ideología no tome el puesto del Evangelio».
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