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25 de abril de 2024

Patxi Bronchalo

La pornografía como forma de control

La pornografía, al igual que las drogas, esclaviza a las personas: les quita su libertad de decisión, les mina su voluntad de decir «no», les arrebata su tiempo, les va mermando la sana mirada sobre los demás y sobre ellas mismas

Actualizada 13:40

¿Sabéis uno de los motivos por los cuales no interesa erradicar la pornografía? Porque es un medio estupendo y eficaz de control de masas. Está más que demostrado que el consumo de pornografía va afectando al cerebro de la misma manera que lo hacen las drogas duras. Va generando que cada vez la persona necesite ver cosas más fuertes y durante más tiempo para alcanzar los mismos niveles de satisfacción. Además va creando en el consumidor una mentalidad cosificadora de las personas, las más afectadas por esto son las mujeres. Nunca se ha hablado más de lo importante que es defender a la mujer, y nunca la mujer ha estado tan atacada. Maligna paradoja. Algunos me diréis: y si todo esto es así, ¿por qué no prohibirla?
En nombre de una libertad mal entendida muchos defienden la licitud de que cada uno haga lo que quiera con su vida, y si quiere ver porno que lo vea. Yo a eso respondo que no serían capaces de decir a un hijo con problemas de droga que se drogue si quiere porque es libre. No queremos creernos que la pornografía es como una droga que destroza vidas.
La pornografía, al igual que las drogas, esclaviza a las personas: les quita su libertad de decisión, les mina su voluntad de decir «no», les arrebata su tiempo, les va mermando la sana mirada sobre los demás y sobre ellas mismas. ¿De verdad crees que es liberadora? Si tienes un enganche con ella, haz la prueba: ¿a que no eres capaz de dejarla un mes?
Nos están diciendo, ya desde mayo del 68, que el «todo vale» en la sexualidad es liberador, cuando en realidad es al revés: el «todo vale» te va haciendo esclavo. El «prohibido prohibir» de los progres que hoy son carcas es un fracaso deshumanizador.

Una persona que ha asumido que la vida que lleva es lo que hay y no hay solución más allá que encontrar alivio en el porno es una persona manejable

Digo que la pornografía es un estupendo medio de control de masas porque, ¿a quién es más fácil de controlar, a una persona esclava o a una persona libre? Que la pornografía esclaviza quiere decir que es una forma de control y habiendo control puede haber manipulación.
Dice Adolf Huxley en su libro Un mundo feliz: «A medida que la libertad política y económica disminuye, la libertad sexual, en compensación, tiende a aumentar. El dictador hará bien en favorecer esta libertad (…) la libertad sexual ayudará a reconciliar a sus súbditos con la servidumbre que es su destino». O sea, que a más atontado está uno de abajo mejor podrá quien esté arriba hacer lo que quiera. Puede haber problemas en la sociedad, se pueden ir restando verdaderas libertades, pero si los miembros de esa sociedad tienen pan y circo no se quejarán. La pornografía sería una parte de ese circo. Algo donde la persona acude a olvidarse por un instante de las profundas heridas que le desgarran el alma, de sus tristezas, de sus enfados, de sus miedos, de sus complejos, de sus sinsentidos, etc. Una persona que ha asumido que la vida que lleva es lo que hay y no hay solución más allá que encontrar alivio en el porno es una persona manejable. Ahogará los problemas personales en la trampa hipersexualizadora, se cerrará cada vez más a los problemas de su familia y amigos, y no le importarán los problemas de la sociedad más allá de una pequeña queja cuando le toquen de cerca. Se encerrará cada vez más en sí misma, se separará más y más de su familia. Una sociedad formada por individuos que van solos en vez de por familias unidas es también mucho más fácil de manejar para quien quiera manipular e imponer su ideología.
La buena noticia es que siempre hay esperanza y que el camino de la pornografía es reversible. Salir de él requiere tiempo y el coraje de reconocer el problema y pedir la ayuda adecuada, que desde luego no te la va a dar quien te dice que no hay ningún problema. Si hay una adicción no dudes en pedir esa ayuda a buenos amigos que sepan sufrir contigo, a psicólogos especializados, a sacerdotes que puedan darte un buen consejo para vivir las horas oscuras de la vida. Y volver la mirada a Dios. Un Dios que nos anuncia la salvación y que conoce bien el camino para salir del negro encierro del sepulcro, un Dios que no juzga las heridas y perdona los pecados, un Dios que no cosifica sino que ama y es espejo en el que mirarse y reconocer nuestro verdadero valor.
La paz.
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