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El CEU repasa el cine religioso de los primeros 25 años del siglo XXI
La universidad reunió a varios expertos en el séptimo arte y constató el vigor del cine espiritual y de valores
Con el fin de fomentar un cine con un sentido religioso y con valores humanos, familiares, cívicos y sociales, el Observatorio CEU sobre Religión y Sociedad celebró este miércoles la segunda jornada-debate titulada «El impacto del cine católico», un encuentro enmarcado en el proyecto ‘Cine con alma’ que se ha celebrado en colaboración con el Instituto de Estudios de la Democracia, la Fundación Cultural Herrera Oria y Cinemanet.
El director de Cinemanet, Daniel Arasa, ha moderado una mesa redonda en la que se ha analizado el recorrido histórico y actual del cine católico en España, con varios expertos como Pablo Alzola, profesor de Estética de la Universidad Juan Carlos I y autor de El silencio de Dios en el cine; el periodista y escritor Alfonso Basallo, autor de Doce mujeres de cine; el subdirector del diario digital Religión en Libertad, Pablo Ginés, periodista especializado en religión y cultura; y el periodista Javier López Iglesias, director adjunto y responsable de cine literatura de hoyesarte.com.
25 años de cine religioso en la España del siglo XXI
Durante este encuentro, el director del Departamento de Cine de la Conferencia Episcopal Española, Juan Orellana, ha presentado el informe «25 años de cine religioso en la España del siglo XXI»; un documento que tiene como objetivo hacer un mapa de los estrenos de cine religioso que han tenido lugar en las salas de cine españolas a lo largo del primer cuarto de siglo. «Se trata de ofrecer una información lo más completa posible de dichas películas, estrenadas en los cines españoles entre el 1 de enero de 2000 y el 31 de diciembre de 2024, independientemente de su año de producción, clasificándolas según los criterios que se exponen en el siguiente apartado y acompañándolas de un breve comentario crítico», ha explicado el profesor de la Facultad de Humanidades y Ciencias de la Comunicación.
El experto ha apuntado que existen muchas definiciones de cine religioso que giran en torno a una misma cuestión, pero con diversidad de matices. En este sentido, ha subrayado, la que se propone aquí es «lo suficientemente holgada como para que pueda integrar películas diversas y lo suficientemente precisa como para evitar una dispersión muy poco funcional». En aras de esta precisión y por mantener cierto rigor taxonómico, ha señalado Orellana, «parece sensato plantear tres clasificaciones que responden a sendos criterios distintos. Una se refiere a la naturaleza del argumento de la película; otra a la motivación del director, y la tercera al género cinematográfico. Cada obra citada es susceptible de ser valorada en cada una de dichas clasificaciones».
Esta segunda jornada-debate ha concluido en un coloquio con ‘Fila 0’ de directores, productores y distribuidores de cine.