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23 de abril de 2024

Ruinas del monasterio de Santa María de Rioseco

Ruinas del monasterio de Santa María de RiosecoWikimedia Commons

El monasterio abandonado que recibe 50.000 visitas gracias a la labor de un sacerdote

Un Monasterio abandonado, olvidado y en ruinas ha sido recuperado gracias a la iniciativa de un sacerdote burgalés

El sacerdote Juan Miguel Gutierrez llegó destinado como párroco al Valle de Manzanedo, Burgos, en el año 2006. Tenía a su cargo 16 pueblos que apenas sumaban 120 habitantes.
A su llegada, algunos fieles de la comarca le advirtieron de la existencia de este monasterio, sin embargo, también «había muchos vecinos que ni siquiera habían oído hablar de él».
No era de extrañar que hubiese lugareños que no lo conocieran, cuando Juan Miguel logró encontrarlo, estaba cubierto por la naturaleza y en ruinas.
Se trata de un monasterio que lleva abandonado desde el siglo XIX, cuando Mendizábal expulsó a los monjes cistercienses del cenobio en 1835.
La Orden del Císter habitó el monasterio de Santa María de Rioseco desde su construcción en el siglo XIII hasta su expulsión; es decir, Mendizábal expulsó una comunidad monástica que llevaba 6 siglos en aquel monasterio.

Rehabilitación

Juan Miguel se encontró con las ruinas de un monasterio con casi todas las bóvedas hundidas, además el abandono lo había expuesto al vandalismo y al saqueo, por lo que muchas piedras habían desaparecido; de hecho, una presa cercana utilizó estatuas de santos extraídas del monasterio para su construcción.
Gutiérrez decidió desbrozar toda la maleza que lo había ocultado tanto tiempo y junto a un grupo de voluntarios de los pueblos comenzó la labor.
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La rehabilitación del monasterio no sólo reunió a voluntarios de la zona, desde toda España e incluso desde otros países comenzaron a llegar jóvenes para ayudar en el trabajo que había iniciado Juan Miguel, quien explica que los voluntarios «se alojan en las casas de la gente de los pueblos y los propios vecinos preparan la comida para que no les falte de nada a los voluntarios».
La rehabilitación del cenobio comenzó hace ya 15 años y gracias a la labor de todos los voluntarios que han pasado por ahí, el monasterio de Santa María de Rioseco habrá recibido antes de fin de año 50000 visitas.
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