Momento del traslado de la Virgen de los Desamparados, en una imagen de archivo
Patrona de Valencia
Vuelve el emotivo traslado de la Virgen de los Desamparados de Valencia
Tras dos años de pandemia en los que las restricciones han imposibilitado la cita, los valencianos están preparando la de este año con mayor ilusión, si cabe
En Valencia, uno de los días señalados en el calendario es el segundo domingo de mayo, fecha en la que miles de valencianos muestran su devoción a la patrona de la ciudad desde 1885: la Mare de Déu o Virgen de los Desamparados. Es un día en el que la emoción puede palparse en el ambiente y las loas, poemas y cánticos dedicados a la virgen impregnan las calles a su paso, en el tradicional traslado de la imagen desde la Basílica a la Catedral.
Tras dos años de pandemia en los que las restricciones han imposibilitado tan esperada cita, los valencianos están preparando la de este año con mayor ilusión, si cabe. Así, el 8 de mayo, la Basílica de la Virgen de los Desamparados acogerá los tradicionales actos: a las 5 horas la misa de Descoberta (misa de Descubierta); a las 8 horas la misa d’Infants (misa de Infantes) en el altar de la Plaza de la Virgen; a las 10:30 horas, el esperado traslado a hombros de la imagen de la Virgen de los Desamparados, comúnmente conocida como la Geperudeta (la Jorobadita) por su cabeza inclinada, hasta la Catedral por la Puerta de los Hierros. Un recorrido en el que los participantes le dedican piropos y cantos y los más atrevidos luchan por tocar su manto. Finalmente, a las 12 horas se sucederá la misa Pontifical en la seo y a las 18 horas, la solemne procesión general.
La 'Geperudeta', en la Real Basílica de Nuestra Señora de los Desamparados de Valencia.
Son seiscientos años de devoción a esta advocación de María. La imagen de la Virgen de los Desamparados, creada en el siglo XV, fue restaurada hace unos años. Mide un metro y 33 centímetros y pesa 41 kilogramos. Se cuenta que tras la creación de un hospital para desprotegidos y desamparados a principios del 1400 por parte del padre Jofré se necesitaba una imagen mariana que acompañase a estos enfermos y fue cuando un día aparecieron cuatro peregrinos quienes, a cambio de cobijo, prometieron crear la talla en dos días. A los peregrinos se les ubicó en una ermita y cuatro días después de su promesa, sin que se hubiese oído ningún ruido dentro, abrieron las puertas para ver qué ocurría y se encontraron con la imagen de la Mare de Déu sin que hubiera rastro de los peregrinos y artífices de la obra. Por ello se dice comúnmente que la Virgen realmente fue esculpida por cuatro ángeles.
Todo un mayo de actos
Pero los actos en honor a la Geperudeta comienzan ya desde este domingo 1 de mayo, con el rosario de la Aurora a las 7 horas en la Basílica y la eucaristía, a las 11.30 horas, a intención de las Empleadas del Hogar, con «descoberta» de la imagen y con la participación de la congregación de religiosas de María Inmaculada de Valencia. Este acto «se hace tradicionalmente en la misa del primer domingo de mayo, puesto que antiguamente las personas del servicio doméstico no podían participar en la fiesta de la Virgen, el segundo domingo, ni asistir a la misa de Descoberta porque tenían que ocuparse de preparar las casas en ese día grande de fiesta», explican desde la Basílica.
Precisamente es este templo valenciano quien acoge durante todo el mes novenas, rosarios y diferentes actos litúrgicos dedicados a la Virgen, ofrecidos por asociaciones, gremios y familias valencianas, como el besamanos público ante la imagen procesional de la Virgen de los Desamparados que tendrá lugar tras la celebración de la efeméride, el 18 de mayo, desde las 07.30 horas en la Basílica.
Leyenda de la Geperudeta
Cuenta la leyenda que la inclinación de la cabeza de la Virgen se debe a que un día un hombre de familia con escasos recursos fue a pedir a la Virgen ayuda y ésta, respondiéndole a sus plegarias, le confirmó su ayuda realizando el gesto afirmativo con la cabeza y desprendiéndose de un anillo de gran valor que cayó de uno de sus dedos en las manos del devoto. Es por ello que desde entonces la imagen cuenta con la cabeza agachada. Pero la historia demuestra que la inclinación de la cabeza se debe a que la talla fue construida para ir acostada sobre los féretros de las personas que morían solas y desamparadas, cuya cabeza reposaba sobre una almohada. Al colocarla siglos más tarde de pie y sin cojín, la cabeza está inclinada.
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