Cinco seminaristas procedentes de Táchira, han sido invitados por sus Obispos, monseñor Mario Moronta y monseñor Juan Alberto Ayala a participar de esta misión y salir al encuentro de los más necesitados. Llevarán la buena noticia del Evangelio a la comunidad indígena de Pemón; los jóvenes, acompañarán en la pastoral a varias comunidades indígenas durante el mes de agosto.
Los obispos señalaron la importancia de la misión en la última etapa de formación en el seminario, informa la Agencia Fides. Monseñor Gonzalo Ontiveros, en el envío misionero de los seminaristas, que se celebró en una eucaristía, destacó la importancia de «ser protagonistas activos de la evangelización participando del compromiso misionero».
Los pueblos indígenas, indicó el Vicario, deben ser también misioneros en sus comunidades. Los seminaristas mostraron su entusiasmo por su envío misionero, indicando que la invitación del Santo Padre Francisco de partir para la misión ad gentes es la razón de la iniciativa de la que participan.
Carlos Parra, uno de los cinco enviados por los obispos indicó: «La misión representa una auténtica respuesta al llamamiento de Jesús que nos invita a no dejar de hablar de lo que hemos visto y oído». Este seminarista ha sido enviado a la comunidad de San Miguel de Caracol, en el corazón de la Gran Sabana.
La comunidad indígena de los Pemón se encuentra en Venezuela y viven en el Parque Nacional Gran Sabana y Canaima, entre la frontera brasileña y la de Guyana. Esta comunidad indígena, así como su unidad social, se fundamenta en la familia, en la que el matrimonio es clave. Es una comunidad en la que todos los miembros tienen lazos de sangre; tras el matrimonio, se instalan normalmente en el hogar familiar de la esposa.
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