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19 de marzo de 2024

El pontificado del Papa Francisco ha estado determinado por el ruido mediático de sus enemigos

El pontificado del Papa Francisco ha estado determinado por el ruido mediático de sus enemigosGTRES

Bendiciones homosexuales a la carta y la batalla de los católicos por apropiarse del Papa Francisco

Los supuestos amigos y los enemigos del Papa buscan atribuirse la única interpretación doctrinal de Amoris Laetitia para atrapar a Francisco en una imagen fosilizada

Los obispos flamencos de Bélgica publicaron el martes pasado un texto sobre el cuidado pastoral de los católicos que se identifican como LGBT, que incluye una oración por el «amor y la fidelidad» de las parejas gay y para bendecir las relaciones homosexuales, como si no hubiera suficientes oraciones y bendiciones en el devocionario católico para hacerle bien a un alma. Pero los críticos al documento de la Conferencia Episcopal belga le achacan la orientación clara del Vaticano sobre la cuestión, con el asentimiento del propio Papa.
Hace un año, la entonces Congregación para la Doctrina de la Fe explicó pormenorizadamente la imposibilidad de la Iglesia para bendecir las uniones entre personas del mismo sexo, enfatizando la dignidad de hijos queridos de todas las personas, también, obviamente, aquellas que se identifican como homosexuales, y recordando que la Iglesia es madre y casa para todos, sin excepción.
El texto, que intentaba responder a la incipiente deriva del camino sinodal en Alemania, pronto encontró reticencias en la Iglesia holandesa, a tenor de las declaraciones de obispos como Johan Bonny de Amberes, que dijo «avergonzarse de su Iglesia», mientras acusaba al autor del texto (Luis Ladaria) de no llegar intelectualmente «ni al nivel de escuela secundaria».
Así está el patio. Y así lo ha demostrado el episcopado belga con su absoluto desprecio a las directrices de Doctrina de la Fe, y a una semana de la visita ad limina que harán los belgas a Francisco. No parece casualidad.
La publicación puede ser el comienzo de una nueva batalla intramuros por el espíritu de este papado, en un momento de claros signos de incertidumbre para aquellos que quieren posicionarse en el mejor lugar y recibir más herencia, o para apropiarse de un espíritu que nunca entendieron.
Es revelador, que tanto el texto del Doctrina de la Fe de 2021, que descarta la bendición de relaciones entre personas del mismo sexo como el documento de los obispos belgas, hacen referencia repetida a la, por otra parte, incomprendida, vituperada y tergiversada exhortación de Francisco Amoris laetitia.
Ya sea que uno o ninguno de los dos documentos respondan al pensamiento del Papa, lo cierto es que los debates sobre moral, liturgia o significado de la sinodalidad se han recrudecido y se han convertido en batallas por apropiarse de la visión adecuada, entendida como tradicional o progresista, de un Papa insultado y despreciado por sus propios hijos.

Apropiarse de Francisco

La especulación sobre la salud de Francisco, con edad suficiente para tener sus achaques, o las insinuaciones de una renuncia, son algo normal desde el precedente de Benedicto XVI y de la evocadora visita de Francisco a Celestino V, que también renunció a ser el siervo de los siervos.
Mientras tanto, entre bambalinas, la batalla por hacerse con la ortodoxia o la heterodoxia de Francisco es tan encarnizada, que unos y otros tratan de atribuirse la interpretación adecuada de la partitura doctrinal, acusando al contrario de herejía en otro escandaloso ejemplo de división en la comunión.
En el posicionamiento ideológico de las figuras más visibles de esta batalla, a un lado o al otro del campo, puede estar la rendija por la que el Beato Pablo VI dijo ver entrar el humo de Satanás en la casa de Dios, cuando Cristo fue desvestido de la túnica de su palabra para entregarla a su pueblo, descosida y reducida a mensaje político de salvación o a tradición folclórica vacacional y buenas formas.
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