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19 de abril de 2024

Robert Sarah ha vuelto a insistir en el olvido de Dios, la libertad religiosa y los pilares de la fe cristiana en su ultima entrevista

Robert Sarah ha vuelto a insistir en el olvido de Dios, la libertad religiosa y los pilares de la fe cristiana en su última entrevistaYouTube

Robert Sarah vuelve a la carga con la verdadera liturgia contra el olvido de Dios

La liturgia «debe ser bella, debe ser sagrada y debe ser silenciosa», advirtiendo del peligro de «convertir la Misa en un espectáculo o en una mera reunión de amigos»

El cardenal Robert Sarah ha concedido una entrevista a EWTN en la que ha vuelto a insistir sobre diversas cuestiones de la actualidad de la fe cristiana: cómo sostenerse en un mundo que parece ir en contra de los cristianos y el cuidado de la libertad religiosa, asediada por «amenazas que adoptan muchas formas» y que llenan la Iglesia de «innumerables mártires en todo el mundo».
El cardenal apunta que «no se trata de una amenaza abierta, ni de odio a la fe, sino de un sesgo implícito contra el cristianismo». Por ello, Sarah ha rememorado el Libro del Éxodo, que aconteció «para que el pueblo de Dios pudiera tener la libertad de adorarle adecuadamente». Y por eso, «la libertad religiosa no debe darse por sentada, ni comprometerse, ni descuidarse».

Olvido de Dios

Respecto a las restricciones de la pandemia, el Cardenal ha defendido que «la democracia requiere debate, pero nunca se puede olvidar o descuidar la importancia de nuestro culto a Dios en el curso del debate. La democracia liberal no debe olvidar a Dios». Además, señaló que una vida cristiana «debe construirse sobre tres pilares: la cruz, la hostia y la Virgen María».
Sobre la Liturgia, Sarah insistió que «debe ser bella, debe ser sagrada y debe ser silenciosa» y advirtió del peligro de «convertir la Misa en un espectáculo o en una mera reunión de amigos», sin la debida adoración a Dios.
De hecho, esta parece ser su razón de actuar, ya que ha reconocido que animará «para que la liturgia sea cada vez más sagrada, más santa, más silenciosa, porque Dios es silencioso, y nos encontramos con Dios en el silencio, en la adoración», según sus palabras.

Formación del pueblo

«Creo que la formación del pueblo de Dios en la liturgia es muy importante. Podemos mostrar a la gente la belleza, ser reverentes y guardar silencio en la liturgia, en la que se profundiza nuestro encuentro con Cristo», señaló.
El Cardenal Sarah definió la adoración Eucarística silenciosa como una «oportunidad de encontrar a Cristo de una manera que puede «cambiar realmente nuestras vidas».
Sin embargo, al hablar de la sociedad moderna, el Cardenal Sarah volvió a lamentar el olvido de Dios:
«Todos vivimos como si Dios no existiera. La confusión reina en todas partes. Demasiados reducirían nuestras vidas, el sentido mismo de nuestras vidas, al individualismo absoluto y a la búsqueda del placer fugaz», insistió.
Por eso, «los cristianos deben responder volviendo a los fundamentos de la fe». Según el cardenal guineano, los cristianos necesitan «un retiro del mundo: retirarnos al desierto, donde podamos volver a aprender los fundamentos, lo básico: el monoteísmo, la revelación de Jesucristo, nosotros y Dios, su palabra, nuestro pecado, nuestra dependencia y necesidad de su misericordia».

¿ Qué buena noticia tenemos que ofrecer al mundo? ¿Cuál es el sentido de la evangelización?Robert SarahCardenal

Señaló que «la fe en la presencia real de Cristo en la Eucaristía, es una de las creencias fundamentales de la Iglesia, sin la cual pierde el sentido de su existencia» y volvió a aclarar que «la Iglesia no es una organización social para responder a los problemas de la emigración o de la pobreza».

La sencillez de la fe

«Si Cristo no habita dentro de la Iglesia, de forma tangible, visible, sacramental, ¿qué buena noticia tenemos que ofrecer al mundo? ¿Cuál es el sentido de la evangelización?», se preguntó a continuación.
«Cuando los cristianos se olvidan de por qué son cristianos, la comunidad entra en decadencia. Olvidan el Evangelio y pierden de vista su propósito», señaló.
«Es necesario dirigirse a Dios cada día, no solo para consolarse en medio de las adversidades mundanas, sino porque dependemos totalmente de él en la lucha cósmica. Todos estamos en guerra, lo reconozcamos o no. Es bueno que todos tomemos conciencia de ese hecho, y nos aseguremos cada día de luchar del lado de Dios», dijo el cardenal.
Añadió que espera que su libro responda a «una profunda necesidad de nuestro tiempo», para terminar insistiendo en que «cada uno de nosotros debe esforzarse, continuamente, por acercarse a Jesucristo, por volver a su Palabra y a la sencillez de la fe en su autorrevelación. Es la sencillez del desierto, del reconocimiento de nuestra dependencia de Dios, y del encuentro con él y con el don de su amor y de su gracia, por el que nos configuró a sí mismo», concluyó.
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