Fundado en 1910

20 de abril de 2024

El arzobispo emérito de Madrid cree que el camino sinodal alemán es una superestructura ajena al corazón de la Iglesia

El arzobispo emérito de Madrid cree que el camino sinodal alemán es una superestructura ajena al corazón de la IglesiaGTRES

Rouco condena el camino sinodal alemán, ya que «no nace del corazón de la Iglesia»

Según el arzobispo emérito de Madrid, el movimiento sinodal alemán ha cogido fuerza por las corrientes sociales imperantes

En el marco del Curso de Actualización de Derecho Canónico 'Aspectos canónicos de la Curia Romana según la constitución apostólica Praedicate Evangelium' de la Universidad de Navarra, Antonio Rouco Varela, cardenal y arzobispo emérito de Madrid, afirmó que «para valorar y aprovechar la nueva constitución apostólica hay que leerla a la luz de las grandes constituciones del Concilio Vaticano II».
Asimismo, Rouco considera muy acertado, para preparar el Gran Jubileo de 2025 'Peregrinos de la esperanza', que el Santo Padre haya animado a leer y estudiar las cuatro constituciones conciliares del Vaticano II: Dei Verbum, Lumen Getium, Sacrosanctum Concilium y Gaudium et Spes.

El Papa lleva razón

«El derecho en la Iglesia siempre responde primero a verdades teológicas y luego a objetivos pastorales», señaló el cardenal. La Constitución Apostólica Praedicate Evangelium, explicó, tiene «por la palabra misión y evangelización» unos horizontes muy definidos, según la concepción del papa Francisco desde que comenzó su pontificado.

La gran batalla para la salvación del mundo está resuelta desde el principio, porque el triunfo del resucitado es definitivoAntonio María Rouco Varela

Rouco no ve «ninguna novedad radical», sin embargo, destacó todo lo relativo a la administración de los bienes materiales de la Iglesia, cuya remodelación estructural es «más clara y provechosa» en esta nueva normativa.

El camino alemán

Al respecto de una posible solución a la cuestión del camino sinodal alemán, el cardenal señaló que se ha situado fuera del ordenamiento canónico; es decir, «tiene un defecto de forma».
La afirmación de Rouco va en consonancia con lo que ya dijo el Papa Francisco, que calificó la cuestión alemana como «una superestructura», más que «una realidad que nazca del corazón de la Iglesia». El problema es «que ha tenido una gran acogida en el mundo por las corrientes sociales imperantes». «Se ha potenciado desde fuera incidiendo y teniendo efectos dentro. Esto pone de manifiesto que la fe es luz y que tenemos que hacer examen de conciencia y tomarnos la santidad más en serio, porque nos hemos dejado ganar en gran medida por las corrientes materialistas».
Se mostró positivo ante este hecho y lo ilustró con un pasaje del Apocalipsis:
«La gran batalla para la salvación del mundo está resuelta desde el principio, porque el triunfo del resucitado es definitivo y nadie lo puede superar. El poder del demonio no va a vencer a la resurrección, pero hay que luchar la batalla, hay que completar la Pasión de Cristo, como dice San Pablo».
Comentarios
tracking