Joseph Zen, el cardenal de Hong Kong de 91 años, ha desvelado que lleva varios días en el hospital recibiendo tratamiento para las dificultades respiratorias que sufre desde que viajó al Vaticano.
El motivo de esta visita a la Santa Sede fue el funeral de Benedicto XVI, ya que Zen fue uno de los 130 cardenales que concelebró la misa fúnebre del Papa emérito. El purpurado tenía retirado el pasaporte después de su detención el pasado mes de mayo por un supuesto delito de «colusión con fuerzas extranjeras», pero recibió un permiso judicial para poder salir del país y asistir al funeral.
Zen ha revelado que fue antes del viaje cuando comenzó a sentirse mal, con síntomas de inflamación en el hombro, dolor de espalda y entumecimiento de ambas manos. «El –viaje– de cuatro días ha sido alegre, pero también doloroso. Inesperadamente, mi estado de salud siguió empeorando y se me hincharon las manos. En la noche del primer día del Año Nuevo Lunar, empecé a tener dificultades para respirar», cuenta en una entrada del blog titulado «Carta a los reclusos», que ha sido colgada en su página de Facebook.
Zen explica que su condición siguió empeorando, y recordó la bacteria que atacó a sus pulmones en 2016, que llevó a permanecer tres semanas ingresado. «Empecé a ponerme nervioso y decidí ir al hospital. Por suerte, en la inspección comprobaron que no se trataba de la bacteria que me atacó hace seis años», cuenta.
«No han tenido noticias mías porque he estado ingresado en el hospital. Tengan la seguridad de que los mejores médicos de Hong Kong se están ocupando de mí. Pero no sé cuándo podré ir a visitarte», ha escrito Zen, que lleva más de 10 años dedicado al ministerio de prisiones en Hong Kong.
En noviembre, el cardenal fue condenado a una multa de 492 euros por haber instado a la comunidad internacional a aplicar sanciones a Hong Kong, aunque la justicia podría llegar a imponer cadena perpetua tras la aprobación de la Ley de Seguridad Nacional de 2020.
Posteriormente, pudo viajar al Vaticano tras conocer la noticia del fallecimiento de Joseph Ratzinger. Poder desplazarse hasta Roma, según lo describió el propio Zen, fue «un milagro», ya que el tribunal le permitió recuperar su pasaporte y había un vuelo que le permitía llegar a tiempo. «»Viajando hasta Roma, sentí que expresaba nuestro respeto y amor al Papa Benedicto XVI en nombre de todos los creyentes de Hong Kong y China", ha afirmado.
Comentarios
Más de Iglesia
Conferencia Episcopal
El presidente de los obispos exige al Gobierno «que no regule lo que no le corresponde»
Conferencia Episcopal Española
Los obispos lamentan la muerte de tres personas al día en accidentes laborales
Radiografía de la religión en Indonesia
Una minoría católica espera al Papa en Indonesia, el país con más musulmanes del mundo