El monasterio de la Bernaga, en llamas
Un incendio destruye el monasterio donde Carlo Acutis recibió su Primera Comunión, en la víspera de su fiesta
Las 21 monjas de clausura fueron evacuadas; el fuego arrasó parte del convento y la iglesia vinculada al joven santo, patrono de Internet
La víspera de la fiesta litúrgica de san Carlo Acutis, el joven italiano proclamado patrono de Internet y ejemplo para los jóvenes del siglo XXI, un incendio ha devastado el Monasterio de la Bernaga, en Lecco, Italia —el mismo lugar donde el santo recibió su Primera Comunión el 16 de junio de 1998—, según informa Il Corriere di Milano.
Las llamas, visibles a varios kilómetros de distancia, se declararon poco después de las ocho de la tarde del sábado 11 de octubre, justo un día antes de la memoria litúrgica de Acutis, que la Iglesia celebra el 12 de octubre. Según las primeras investigaciones, el fuego podría haberse originado por un cortocircuito en una de las celdas del convento.
El monasterio, habitado por 21 monjas de clausura del orden de las Romitas Ambrosianas, quedó gravemente dañado. Las religiosas fueron evacuadas a tiempo; ninguna resultó herida, aunque una hermana de 87 años sufrió una leve intoxicación.
Durante toda la noche, los bomberos de Lecco, Merate, Monza Brianza y Como lucharon contra las llamas y trataron de salvar las obras de arte y objetos sagrados del edificio, construido en el siglo XVII. Sin embargo, los daños son cuantiosos: se perdieron cuadros de gran valor, mobiliario antiguo y ornamentos litúrgicos, y también la iglesia anexa resultó afectada.
«Ha sido destruido un lugar histórico de nuestro territorio, cuyas raíces se hunden en la Edad Media, hiriendo la memoria y la identidad de nuestra tierra», expresó el presidente de Lombardía, Attilio Fontana, en un mensaje de cercanía a la comunidad religiosa y a la diócesis.
Tras ser acogidas temporalmente en el ayuntamiento, 19 monjas se encuentran ahora alojadas en la casa de las Pequeñas Apóstoles en Ponte Lambro, mientras que otras dos fueron trasladadas a un centro de acogida en Erba.
El lugar donde con apenas siete años Carlo recibió por primera vez a Jesús en el sacramento del altar ha quedado reducido a escombros, justo en la víspera del día en que el mundo católico recuerda al joven que hizo de la Eucaristía «su autopista hacia el Cielo», según sus propias palabras.