Fundado en 1910

28 de marzo de 2024

El papa Francisco en la plaza de san Pedro, horas antes de ingresar en el Hospital Gemelli de Roma

El papa Francisco en la plaza de san Pedro, horas antes de ingresar en el Hospital Gemelli de RomaAFP

¿Qué es peor para el Papa Francisco: servir al dinero o al diablo?

El Papa Francisco instó a reflexionar sobre el uso del dinero y sobre el mal que hace una economía «insana»

Antes de operarse de su obstrucción intestinal, el Papa Francisco animó a la reflexión sobre el uso del dinero y sobre el mal que hace una economía «insana» en todos los ámbitos, cuando recibió el pasado 5 de junio a los miembros de la Fundación Centesimus Annus Pro Pontifice, que celebra estos días el treinta aniversario de su creación.
«En el pasaje del Evangelio, cuando Jesús dice que no se puede servir a dos señores: o se sirve a Dios, a un Señor, o se sirve y yo esperaba que dijera: al diablo, pero no dice 'al diablo'– dice: 'al dinero'. O sirves a Dios o sirves al dinero. Peor que el diablo», señaló Francisco.

¿A quién sirves?

«Tenemos que buscar lo que Jesús quiere decir con esto: hay un mensaje. O sirves a Dios, o eres siervo del dinero. No eres libre», añadió el Santo Padre durante la audiencia a la fundación que promueve el conocimiento de la doctrina social cristiana y la información sobre las actividades de la Santa Sede.
«En la exhortación apostólica Evangelii gaudium –explicó por otro lado el Papa– quise advertir sobre el peligro de vivir la economía de manera insana», según informa Agencia Fides.

Nadie se salva solo

Francisco subrayó que muchos de los miembros de la Fundación Centesimus Annus Pro Pontifice «trabajan en el ámbito económico». Por eso, «saben bien lo beneficioso que puede ser para todos un modo de imaginar la realidad que ponga a la persona en el centro, que no menosprecie al trabajador y que busque crear el bien para todos».
«Nadie se salva solo y el redescubrimiento de la fraternidad y de la amistad social es decisivo para no caer en un individualismo que hace perder la alegría de vivir», explicó el Pontífice.
«Para que la comunidad se convierta realmente en un lugar donde los débiles y los que no tienen voz puedan sentirse acogidos y escuchados, lo que se necesita de todos es ese ejercicio que podríamos llamar ‘hacer espacio’. Cada uno retrae un poco su propio 'ego'» para que «el otro exista», añadió.

Dar espacio a los demás

«Pero esto requiere que el fundamento de la comunidad sea la ética del don y no la del intercambio», subrayó.
«Pensar y actuar en términos de comunidad es dar espacio a los demás, es imaginar y trabajar por un futuro en el que cada uno pueda encontrar su lugar y tener su sitio en el mundo. Una comunidad que sepa dar voz a los sin voz es lo que todos necesitamos», concluyó el Papa Francisco.
Comentarios
tracking