Un hombre se cepilla los dientes
Día de la salud bucodental
Los trucos para tener una sonrisa más blanca
La elección del cepillo de dientes, el dentífrico y el tiempo que debemos utilizar en el lavado es crucial para poder lucir una dentadura radiante
Es una de las metas a conseguir por muchas personas: tener una sonrisa más blanca. Este lunes 20 de marzo se celebra el Día Mundial de Salud Bucodental y lo cierto es que cada vez ha ido cogiendo más importancia este aspecto. Algo que en años pasados no centraba nuestra atención se ha convertido en algo esencial de nuestro día a día.
Pero ¿cuáles son los trucos para conseguir esa sonrisa radiante e impoluta? Hay tanto remedios caseros como blanqueamientos dentales en clínicas odontológicas, pero la doctora Irene Esteve explica las claves para tener unos dientes relucientes sin productos blanqueadores que pueden dañar el esmalte.
Para la doctora Esteve, lo principal es tener una boca sana, objetivo que se consigue con una buena alimentación y hábitos de limpieza adecuados. «Una vez que la boca está en condiciones, entonces puedes proceder a la ortodoncia, alineadores o carillas». Lo más importante para realizar una correcta limpieza de dientes es contar con un buen cepillo y un limpiador adecuado.
Elegir cepillo
Hoy día existe un amplio abanico de cepillos de dientes y a veces cuesta elegir. Estos son los dos puntos que debes tener en cuenta a la hora de seleccionar uno, según la doctora Irene Esteve:
- Es mejor utilizar un cepillo con el cabezal pequeño que grande, porque de esa forma es más fácil que llegue a todas las zonas de nuestra boca, para realizar mejor una limpieza general.
- Las cerdas del cepillo deben de suaves a medias, de esta manera no dañamos las estructuras dentales ni el soporte como la encía.
«Ten en cuenta que el cepillo de dientes debes cambiarlo cada tres meses o antes si notas que está muy desgastado. Al estar en contacto con nuestros dientes y boca en general, que en ocasiones está en contacto con bacterias, es mucho mejor revisar periódicamente el cepillo y desecharlo cuando veamos que está deteriorado», aclara Esteve.
Otro consejo importante es limpiarlo tras su uso y no guardarlo nunca con el capuchón puesto mientras esté húmedo, porque eso aumenta el crecimiento de posibles bacterias, muy amigas de la humedad.
La mejor pasta de dientes
La variedad de pasta de dientes es también muy extensa y muchas veces nos dejamos llevar por los mensajes publicitarios sin estar seguros de que sea el mejor producto para cuidar nuestra boca. Esteve nos da las claves:
- Pon la cantidad de dentífrico justa. Es importante que sepas que no es necesario llenar el cepillo de dentífrico. Con muy poco, apenas el tamaño de un guisante, es más que suficiente.
- Revisa el índice de RDA. Piensa que la pasta de dientes es un producto de limpieza, que utiliza un porcentaje de producto que puede resultar abrasivo para el esmalte de los dientes. Por ello es importante revisar el porcentaje de RDA, Abrasividad de Dentina Relativa.
- La pasta debe tener flúor. Porque el flúor hace que los dientes sean más resistentes a la aparición de caries.
Tiempo de cepillado
«Lo ideal es cepillar los dientes durante al menos dos minutos, y hacerlo siempre en la cara externa e interna y la cara oclusal (con la que mordemos) en molares y premolares», indica la doctora.
Esteve añade que le gusta seguir el siguiente orden: «derecha arriba (por dentro y por fuera) e ir pasando por todos los dientes hasta llegar al último molar izquierdo, luego repetir lo mismo en la parte de abajo, de izquierda a derecha. Cuando paso por la parte de los incisivos y caninos, me gusta cerrar los de arriba con los de abajo», explica la odontóloga.
Truco: «los lugares de más acúmulo de placa son la parte de detrás de los incisivos inferiores y los primeros molares superiores. Dadle un extra de cariño en esa zona para una higiene perfecta».
La forma correcta de cepillado es colocar las cerdas del cepillo de dientes en un ángulo de 45 grados respecto al surco gingival. Se esta manera, se limpian todas las caras de los dientes, realizando pequeños círculos. Desde este ángulo, la punta de los filamentos del cepillo puede entrar con facilidad en la unión entre el diente y la encía, que suele ser el lugar de más placa bacteriana.
Por último, no olvides cepillar también la lengua, el paladar y las encías de manera suave para que la higiene sea completa.
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